Jugaba Luis Enrique con el corazón y sacaba a los canteranos Bartra, Munir y Sandro, ante las bajas del equipo culé. El planteamiento el de siempre, toque y más toque, lo que hacía correr a los chicos de Lucas Alcaráz. La lucha por seguir mandando en el liderato era el objetivo y los locales buscaban una y otra vez la portería de Rubén. A los cinco minutos, Munir pudo estrenar el marcador pero falló lo imposible.
El control del juego era más que visible para los blaugrana, y sí, por qué no decirlo, parecía un entrenamiento, pues llegaban a la zona de tres cuartos del Levante sin apenas esfuerzo. El gol parecía que era cosa de esperar, porque como dicen, el que la sigue la consigue....pero el Levante jugaba a lo suyo, a buscar el error del Barça. Y así llegó un par de veces a la portería de Ter Stegen, sin peligro.
Corría el minuto 20 de la primera y las ocasiones erradas se iban contabilizando una detrás de otra, primero una falta de Messi por encima del larguero, después Neymar que fallaba un tiro cruzado, y si no, era Rybén el que protegía el arco granota. Los visitantes abrían las bandas y buscan las contras, y de una de ellas pudo venir el gol del Levante si no llega a ser porque Ghilas mandó un balón al limbo. Pasaban los minutos y el Levante se animaba, salía de la cueva y se adentraba entre la zona media del equipo culé, eso sí, sin fortuna.
El partido se iba al descanso pareciendo un auténtico batiburrillo en la zona de medios del Levante. Un agarrón de Verza después de una pérdida de balón, provocaba uan falta con peligro. Pero Messi no tenía el día y el balón se fue fuera.
Comenzaba la segunda parte con un quiero y no puedo, hasta que en el 59, Messi se inventaba un pase magistral que Bartra pinchaba y batía a Rubén. Al final el esfuerzo tiene su recompensa y así llegaba el segundo, obra de Neymar que anotaba con fortuna un centro medido de Dani Alves. El delantero brasileño tuvo un gesto bonito al dedicarle el gol al lesionado Rafinha.
Al final, tanto va el cántaro a la fuente, que se marcan goles y se ganan partidos, pues así llegó el tercero, esta vez, Messi si vio puerta, después de que lo buscase de falta, con rosca, con la izquierda, con la derecha, de cabeza...lo consiguió de penalti.
Tocaba cambio de tercio y con él llegaban los cambios, Gumbau, el canterano catalán, entraba en lugar de Busquets para el Barça. Y por parte de los visitantes, Lucas Alcaraz daba lugar a Casadesus por Ghilas. Y parece que surgió algo de efecto, porque el Levante no se arrugó e intentó maquillar el resultado con el gol de Víctor Casadesus, tras una salida en falso de Ter Stegen, marcaba el jugador granota a placer.
Tuvo Messi en sus botas el cuarto para el Barça, pero mandó a las nubes un penalti que hubiera sido el segundo en su cuenta goleadora, pero cuando no hay fortuna, la tienes que inventar y Messi en eso no falla...
Con el tres a uno en el marcador, el partido se volvió un poco loco, porque el balón iba de área a área, al más estilo fútbol inglés. Los errores se acumulaban constantemente y el resultado, se incrementó con un golazo, marca de la casa de Leo Messi, dejando a trás a todos los perseguidores que le salían en su camino.
Luis Enrique acertó
El técnico asturiano del Barcelona jugó con su fondo de armario, formado por los chavales de la cantera, y la jugada no le salió mal. Victoria, pleno de victorias y líderes en solitario en la Liga BBVA