Con Pepa Gea

30ytantos: La presión estética de las mujeres

Dado que en este espacio de lo que nos ocupamos es de cuidarnos y escribo esto el 8 de Marzo, aprovechando el día voy a hablar de la presión social que hay sobre el cuerpo femenino. Del acoso que sufrimos las mujeres por esas otras mujeres 90-60-90.

ondacero.es

Madrid | 08.03.2018 06:00

Qué duda cabe de que a las mujeres se nos exige estar siempre perfectas y que una imperfección física o ser un verso suelto estético, nos convierte en objeto de burlas crueles porque llevamos la losa educacional de tener que ser y estar siempre bonitas.

Y en esta sección donde nos cuidamos sin obsesionarnos, donde lo que impera es la salud, quiero hacer un llamamiento a la cordura. Cuando una sociedad impone una presión estética por la perfección a sus sujetos, imperfectos por naturaleza, ésta se convierte en una sociedad enferma. El cuerpo humano es único y por supuesto tienen fecha de caducidad y se va pochando.

En las revistas, en la tele, en los posters publicitarios… vivimos rodeadas de mujeres perfectas. Y ese se ha convertido en el modelo a seguir cuando es el más anodino.

Y es que a muchas de nosotras nuestra educación nos dictaba que ellos tenían que ser hombres de éxito y nosotras teníamos que estar guapas para casarnos con uno de ellos. Y ojo, siempre de nuestra edad o mayores que nosotras, que tampoco se perdona un amor con un hombre más joven que la mujer.

Relaciones sexuales que, por cierto, también la locura estética quiere dotar de esa presión por estar bien, con tratamientos como el rejuvenecimiento vaginal del que muchas veces he declarado sentirme contraria si no es para corregir una patología o síntomas menopaúsicos como la sequedad o la perdida de orina.

Todos somos conscientes de cuando un hábito se convierte en obsesión y en esto de cuidarse es fácil volverse loca y que una acabe siendo vigoréxica o adicta a los tratamientos. La medicina antienvejecimiento, la buena medicina antienvejecimiento es aquella que desde la salud, ayuda a reparar y ralentizar el desgaste celular, no la que te pone el cuerpo ni la cara de otro.

Nos pasamos la vida cuidando, de la pareja, de los hijos, de nuestros padres… Hasta que una se pregunta… y de mi quien se ocupa?.. A mi quien me cuida? Y una decirse cuidarse a sí misma… eso está muy bien, por salud, sin obsesionarse. Que cualquier obsesión es enfermiza. Pero el problema no está en las que ya somos mayores. El problema está llamando a la puerta de nuestras hijas porque esa cosa llamada Instagram y otras redes sociales en las que deben parecer y posar como modelos, están llevándolas a trastornos alimenticios y a sandeces estéticas como el Bikini bridge (adelgazar el vientre en verano hasta que la goma de la parte inferior del bikini quede en tensión entre las caderas). Thigh gap (adelgazar hasta que la parte alta del muslo sea tan firme y delgada que deje un paso claro entre ellas y el pubis). Ab-crack (el surco de separación entre los dos músculos abdominales bien marcado) o la himenoplastia. ¡Dejémonos de idioteces!

¡Cuidémonos y sobre todo, querámonos!.

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