La infecundidad de las mujeres que voluntariamente no quieren tener hijos es un "debate que se tendría que poner encima de la mesa de los poderes públicos más a menudo" han afirmado ambos expertos.
Esta decisión tiene que ver con el retraso que tiene hoy en día la entrada a la vida adulta, la estabilización en el mundo laboral o la formalización de la pareja entre otras.