Afirma que "nunca he intentado que un cargo político no fuera investigado", "si hay indicios se les investiga hasta el final", recalca.
Sobre que algunos grupos parlamentarios pidan su renuncia, dice que se pone a disposición de estos grupos para explicarles cómo funciona la Fiscalía Anticorrupción y asegura que "si quieren acabar con la corrupción, estaríamos de acuerdo en un 95%".
Confiesa que no se siente miembro de de una cacería política y que tampoco se siente injustamente tratado por los medios de comunicación. Ve un reto el cargo de Fiscal jefe Anticorrupción y por ello dio el paso para optar al puesto.
Sobre las filtraciones que se han hecho públicas de la operación Lezo ha introducido la posibilidad de atajar las filtraciones a los medios de comunicación con multas. "A lo mejor, si se sancionara al medio de comunicación que publica la filtración, como se hace en Alemania, si nos planteamos esa posibilidad habría menos filtraciones y perjudicaría menos al estado de derecho". El ministro de Justicia, Rafael Catalá, no ha tardado en reaccionar y negar esta posibilidad "No, no creo que sea necesario en absoluto", ha dicho en los pasillos del Congreso.
Manuel Moix reconoce que conoce a Ignacio González pero sólo por actos institucionales, al igual que al Ministro de Justicia Rafael Catalá. Además, sobre el proceso de nombramiento de cargos de fiscales cuenta que "el problema con los fiscales no es el sistema de nombramiento sino la persona que ocupa el cargo". "Entiendo la percepción ciudadana, pero el gobierno no puede cesar a un Fiscal General. No hay dependencia jerárquica", asegura.