Mourenza confirma que los refugiados están recibiendo en sus teléfonos móviles informaciones falsas por parte del gobierno turco que les aseguran que las fronteras con Grecia están abiertas y están consiguiendo cruzar miles de personas. Mientras por el otro lado, reciben mensajes del gobierno griego negándoselo, "estamos viendo una guerra de propagandas de ambos lados en las que cada uno intenta influir en los refugiados".
Además, declara que cuando estas personas "llegan al otro lado, los guardias fronterizos griegos los devuelven, en muchos casos después de robarles la ropa, los móviles y el dinero que tienen, es una acción que hacen para amedrentar".