OPINIÓN

Pablo Iglesias e Irene Montero protagonizan el remake de 'Las verdes Praderas'

Carlos Alsina compara en su monólogo a Pablo Iglesias e Irene Montero y la compra de su casa de 600.000 euros con el papel de Alfredo Landa y María Casanova en la película de José Luis Garci, 'Las verdes praderas'.

ondacero.es

Madrid |

Quien le iba a decir a José Luis Garci que harían un remake de "Las verdes praderas", su película del 79.

Quién le iba a decir que en esta nueva versión el papel de Alfredo Landa lo haría Pablo Iglesias y el de María Casanova, Irene Montero.

Sinopsis de la película de Garci: Jose y Conchi, el matrimonio Rebolledo, padres de dos niños, se han comprado un chalet en la sierra donde respiran aire puro, practican deporte, hacen barbacoas y ven crecer a sus críos.

Son la pareja tradicional de costumbres burguesas y razonables ingresos. Sólo que la película de Garci iba tornando de la felicidad burguesa a la crítica al estilo de vida del chalet en la sierra y en esta versión de ahora José y Conchi, o sea, Irene y Pablo, harán el camino al revés: de la crítica a la gente rica que se gasta seiscientos mil euros en una vivienda al gusto por la inversión inmobiliaria en una urbanización de la sierra.

La vivienda unifamiliar. Con parcela de dos mil metros cuadrados. Piscina. Jardín y huerto.

¿Acaso no tienen derecho Pablo e Irene a vivir donde quieran y como quieran? ¿A invertir su dinero en lo que les parezca oportuno? Pues oiga, claro que tienen derecho. Sólo faltaba. Si te da para la casa de la sierra, pues casa de la sierra.

Eso sí, habrán de encajar deportivamente que les recuerde aquello que dijo Pablo cuando fue otro (Luis de Guindos en concreto, del PP) quien se compró una casa de seiscientos mil euros. "¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000 euros en un ático?", se preguntaba en 2012 el hoy candidato a la presidencia del gobierno. Y añadía: "Que la política económica la dirija un millonario es como entregar a un pirómano el ministerio de medio ambiente".

Ahora se ve que el millonario es él. Y que pirómano no se ve a sí mismo. Más vale, porque el chalet está rodeado de arbolado. Y mejor no les recuerdo cómo terminaba la pelicula de Garci.

Han de encajar con naturalidad que se revise ahora aquello que le dijo Pablo a Ana Rosa en la campaña de las generales. Lo negativo que le parecía que un político viviera en un chalet, aislado de la calle y sin usar el transporte público.

Si hay que viajar de la sierra a Madrid en transporte público, se viaja, que para eso Errejón no para de presentar medidas para que se mejore el tren de cercanías.

Saber lo que cuesta un café está bien. Saber lo que cuesta un crédito, también. Sobre todo si te metes en una hipoteca de 540.000 euros con un banco malvado de ésos que ponen cláusulas criminales. 540.000 euros a 30 años. Ha escrito Monedero, buen amigo de la pareja, que pagarán una letra de 500 euros. Y eso sí que no, oiga. Por 500 euros de letra te compras, como mucho, el huerto. Y sin cultivar. Haga Monedero esta cuenta que ya verá que no es compleja: 500 euros por doce meses por treinta años igual a 180.000 euros. Qué banco es ése, le preguntaban ayer en twitter, qué banco es ése que te da 540.000 boniatos y sólo te exige que le devuelvas 180.000 sin intereses.

No hay como tener amigos que se compran un chalet con piscina para comprobar cuánto sabe uno, en realidad, de hacer cuentas.

Y si hay que limpiar la piscina, pues se limpia.