Alfredo Martínez

Viviremos un total de cinco clásicos esta temporada. Los dos habituales de liga, la semifinal de la supercopa de España y un apasionante eliminatoria de semifinales de la copa del rey. Todos salimos ganando más enfrentamientos directos, más espectáculo, las expectativas y más interés por la competición futbolística en España. Serán una semifinales muy abiertas, no en vano, el Real Madrid empieza a dar síntomas de recuperación en su nivel de juego y de que muchos de sus jugadores van en una línea ascendente para afrontar la fase más importante de la temporada tanto en la Champions como en la liga. Sus últimos partidos terminando con el enfrentamiento ante la Real Sociedad evidencian una clara mejoría y vuelven a situar al Real Madrid como un adversario de peso en la recta final de la temporada.

En este complicado mes de enero, que ya termina el Barcelona, podría irse en la liga con una renta de más de tres puntos y una situación relativamente cómoda para afrontar lo que queda de campeonato, teniendo en cuenta qué tal la sensación de que los barcelonistas tienen un calendario algo más benigno que su rival.

A estas alturas de la temporada, el Barcelona es el líder sólido de la liga, ha ganado la supercopa de España y ya está clasificado entre los cuatro semifinalistas que se disputarán el trofeo de la copa del rey. Haciendo borrón de la inevitable ya eliminación de la liga de campeones el Barcelona sigue cubriendo objetivos y se encuentra en un lugar ideal para afrontar la recta final del campeonato.

Dos partidos destacan por encima de los demás en esta ronda de la Copa del Rey, Y eso que son cuatro partidos de un nivel extraordinario y máxime en la actual temporada en la que los ocho cuartofinalistas han demostrado un nivel elevado esta temporada.

Uno de los jugadores más en forma de la plantilla del Barcelona es el portero alemán Ter Stegen, que se ha convertido en el actual trofeo Zamora del fútbol español, el portero menos batido y una garantía para la defensa del Barcelona. Lleva ayudando a ganar muchos partidos y ayudado al resto del equipo a conseguir las últimas victorias.

Muchas paradas ganadoras que le han convertido en un jugador absolutamente insustituible.

Sigue la cuesta de Enero su curso y empieza a hacerse notar. En esta montaña rusa que es la temporada futbolística le tocó un bajón en su marcha al Barcelona venciendo por la mínima, con sufrimiento y sin fútbol al Getafe.