Alfredo Martínez

Sigue la lenta agonía de Ronald Koeman al frente del banquillo del Barcelona. Y mientras tanto comienzan a salir los nombres de sus posibles sustitutos en caso de que sea finalmente destituido. Da la sensación de que una de las razones poderosas por las que no ha sido relevado el entrenador actual es precisamente porque aún no han encontrado el hombre ideal para ocupar su puesto.

Y es que supongamos, como casi todo el mundo espera , que Koeman caiga en las próximas semanas. Además del destrozo económico de tener que pagar ya un elevado finiquito, que hay que unir al pendiente de pagar y que tampoco es bajo del cántabro Quique Setien. A ello hay que unir el coste de un nuevo entrenador y el crédito que ya te juegas tu como presidente y tu directiva al tomar esta arriesgada decisión. Un error grave puede ser fatal.

Hay que estudiar mucho los pasos que debe dar, no ya solo el de destituirle. El nuevo entrenador será ya proyecto cien por cien Laporta y la gente esperará un hombre con el carisma y la ascendencia sobre los aficionados que sea tan alta que desde el primer momento ilusione. Difícil hacer apuestas arriesgadas. Ahora mismo el club no se lo puede permitir.

A la hora de barajar nombres casi todos los caminos confluyen en Xavi Hernández. Nadie criticaría esa decisión , pero , cree Laporta en el técnico de Tarrasa? Porque si así fuera debería haberlo traído a las primeras de cambio como proponía otro candidato. Tampoco sabemos si Xavi estaría dispuesto a coger el equipo en estas difíciles circunstancias , en medio Del Río y con el equipo casi a la deriva. Veremos.

Y a partir de ahí todo es posible, desde el enorme prestigio del seleccionador belga, el lleidatá Robert Martinez hasta el experimental Andrea Pirlo, cruyffista convencido pero de escasa experiencia y además negativa en Europa al frente de la Juventus de Turín.

Parece que la suerte está echada. De momento la de Koeman. Pero si su sustitución es errónea , la que puede empezar a estar complicada será la del presidente. Hay muy poco margen de error.

Hacia dónde va el Barcelona? Después de observar como empataba ante el Granada en su estadio, volcado a la desesperada y colgando balones sobre la portería contraria para que surtieran los Alexancos modernos : Piqué , Araújo y Luuk de Jong.

Realmente fue descorazonador, ver a un Barcelona irreconocible , alejado del estilo y sistema de juego que tantos y tantos éxitos le trajo.

Pero la pregunta es si hay equipo para jugar al clásico 4-3-3 como trato de hace el técnico holandés en la primera parte, algo forzado, es verdad, dándole la titularidad a un joven de tan solo 18 años como es el austriaco Yusuf Demir que no es un hombre puramente de banda y que se desenvuelve mejor entre líneas y que estaba casi condenado a fracasar, como así ocurrió. Lo intento una y otra vez, le puso voluntad pero no pudo desbordar casi nunca. Al otro costado el brasileño Philipe Coutinho, faltó lógicamente de ritmo de competición tras acabar de salir de una lesión y jugador que tampoco se caracteriza especialmente por su desborde o tener un gran uno contra uno. Y luego Memphis, solo, cuál gladiador batallando contra el mundo y todo el muro del Granada.

Pero incluso el ADN más claro de la alineación fracasó . El medio campo con tres jugadores muy reconocibles como Busquets, Sergi Roberto o Frankie de Jong estuvo siempre a Mercè del ritmo del rival y no logró generar peligro. Puede ser también que no encontraron arriba suficientes desmarques pero comertieron muchos errores impropios de su categoría.

Solo podemos salvar el gran partido que realizó el Káiser uruguayo, Roland Araújo. Imperial , enorme en defensa y sobretodo en ataque, con un premio final en forma de gol más que merecido. Aciago debut liguero con lesión de Alejandro Balde que conforma que la plantilla del Barcelona está descompensada sin alternativas en el lateral izquierdo. Mejoró voluntarioso Sergiño Dest en la banda izquierda pero no fue suficiente.

El Barcelona deambula por el calendario con más pena que gloria y con la sentencia definitiva para Ronald Koeman. Es la crónica de una muerte anunciada. La agonía de un proyecto que nació torcido y que morirá antes que después.

Es cuestión de días pero Koeman no seguirá, solo falta saber cuándo y quién será su sustituto.

Si el Barcelona es incapaz de ganar los choques ante el Granada y el Levante en casa y fuera en Cádiz, la sensación será que esta será una temporada muy larga y muy muy difícil. Esta claro. Ya no solo en el torneo continental de la Liga de Campeones puede tener problemas y sufrir más de la cuenta para salir adelante sino que la liga puede ser una complicación añadida si varios equipos se meten arriba con fuerza en busca de una plaza para la próxima liga de campeones.

Eso es cierto, como lo es también que no parece muy normal que el entrenador se la esté jugando a las primeras de cambio y casi sin haber empezado a rodar la pelota.

Si no crees en un entrenador para tu proyecto, no le renuevas, no inicias otra temporada más, un proyecto nuevo con él al frente. Y eso es lo que realmente ha sucedido. Laporta lo advirtió, no eres mi entrenador, voy a buscar otro y solo si no encuentro otro contaré contigo para esta próxima temporada. No cabe ninguna duda que el tema económico fue fundamental para la continuidad del técnico neerlandés, pero ni por esas parece de recibo la situación y más en un club del poder y la transcendencia en todos los aspectos que es el Barcelona.

De aquellos barros quedan estos lodos. A las primeras de cambio zozobra deportiva e institucional que puede dar en el mes de octubre, si, en el mes de octubre con los huesos del entrenador fuera del banquillo azulgrana.

Ya no es solo por la tranquilidad que necesitaría trabajar el entrenador para afrontar con serenidad las decisiones y el trabajo que tiene que acometer, que es importante, si no incluso reforzarle ante el vestuario, tranquilizar al grupo de que no va a hacer movimientos tan bruscos en poco tiempo.

Menos mal que Ronald Koeman es un tipo de personalidad, de carácter y con mucha experiencia en las lides futbolísticas que si no imagínense cómo afrontaría esta semana de ultimátum o de máxima exigencia por parte del club. Otros directamente no lo sabrían llevar como Quique Setien cuyo paso por el banquillo del Barcelona fue más que decepcionante.

Es verdad que la directiva de Joan Laporta se está jugando mucho en este proyecto, es cierto, pues además arriesgan avalando, pero también son gente de años de fútbol como para saber que en situaciones de tensión y nerviosismo se rinde menos. Por eso un poquito de calma y tranquilidad que llegara desde arriba no vendría nada mal para el club, seguro que todos trabajan mejor y se consiguen mejores resultados. Seguro.

Lleva algo más de 6 meses en el cargo Joan Laporta y se le han acumulado los deberes, las tareas y los problemas. No cierra una vía de agua y se le abre otra incluso mayor. Ya no es solo tratar de enderezar el capitulo económico, lo más importante posiblemente en estos momentos, si no tratar de que en esta precaria economía de guerra no afecten el rendimiento deportivo de la plantilla y que asi esté a la altura del nombre de la institución. Y de momento no lo ha conseguido.

Decisiones drásticas en lo económico, difícilmente comprensibles algunas. Como la no renovación de Leo Messi y la información que apunta a que se hicieron gestiones para tratar de traer de vuelta a Dani Olmo desde el Leipzig con el consiguiente desembolso económico que no se podía hacer para retener al mejor jugador del mundo. Una operación la de Messi que conllevaba recibir más dinero de patrocinadores en todos los aspectos.

Lo mismo ocurrió con Griezmann aunque aquí el éxito radicaba en no tener que pagar la elevadisima ficha del delantero francés. Solo el ahorro ya era el éxito de la operación.

Pero el equipo ha quedado muy huérfano y a las primeras de cambio nos hemos dado cuenta de que su relevo, Luuk De Jong, un suplente que era del Sevilla, no parece estar para muchas correrías.

Pero el capítulo principal radica en el banquillo. En la controvertida figura de Koeman. Independientemente de que tenga más o menos mimbres para tratar de competir por todo, que parece que no los tiene y que d e momento no le da, incluso aunque aparezcan los lesionados de larga duración. El problema es que Laporta no cree en Koeman y solo lo mantuvo por el desembolso económico que generaba la contratación de su sustituto. Así no puede salir bien.

Laporta además no amaga su decepción con algunas de las decisiones que toma su entrenador y en ese sentido es un Presidente intervencionista con el riesgo que conlleva y máxime conociendo la personalidad del técnico holandés.

Difícil arreglo. Laporta dice que lo arreglaremos. Me alegra saber que este era uno de los escenarios que dibujaban cuando afrontaron el comienzo de la temporada y del mandato. Es decir que no les sorprende. Lo que no se es si también tenían preparadas las respuestas. Por lo visto hasta ahora, permítanme que lo dude. Ojalá me equivoque.

Gerard Piqué ha resumido en cuatro palabras la nueva realidad del Barcelona tras la salida de Leo Messi

Todos coincidimos al término del partido. Empezando por la frase rotunda de uno de los capitanes, Gerard Piquè, pasando por las portadas de los principales diarios deportivos de Barcelona y la mayoría de los cronistas y espectadores que observaron la enorme superioridad del Bayern de Munich sobre el actual Barcelona a las primeras de cambio en la Liga de Campeones. ES LO QUE HAY.

La de ayer fue una bofetada de cruda realidad. Una caída a la situación real que debe vivir el barcelonismo en los próximos tiempos. Lejos de la élite. Incapaz de competir en su estadio ante equipos como el alemán y por extensión los Manchester , el PSG o el Chelsea. Parece que hoy por hoy están muy lejos.

Te queda la esperanza de que una vez recuperados los Ansu,Dembelé y Aguero el equipo compita a un más alto nivel pero puede ser demasiado tarde para algunos objetivos y son jugadores que por sus características o relación con las lesiones generan muchas incertidumbres .

Asumir la realidad deportiva actual del Barcelona es el primer paso para sobrellevarlo. Otro debate es si el club y su afición se pueden o quieren permitir una transición más o menos larga y dar un golpe definitivo en la puerta del vestuario para que empiecen a tener más protagonismo los jóvenes valores del futuro. Esa es la cuestión y la decisión que a lo mejor precipitadamente se tiene que tomar a no tardar mucho.

La afición señaló al entrenador pitando algunos de sus cambios y señaló a algunos jugadores. En especial descargó su ira sobre Sergi Roberto, una de las vacas sagradas. Koeman también señaló al propio Roberto y a Sergio Busquets cambiándoles con media ahora aún de juego por dos jóvenes de apenas 18 años. Mal asunto.

Otra cuestión es el manejo del partido ayer de entrenador Ronald Koeman con los mimbres que tenÍa .Pocos efectivos adelante . Eligió miedo y lo confió a protegerse atrás con tres centrales . Era conservador , como es él. Y le salió mal. De haber apostado por 4-3-3 con Roberto adelante o con Yussuf Demir posiblemente nadie le hubiera recriminado su valentía de ir a por el once bávaro . Pero Koeman es así y morirá así en el banquillo. Y el culer volvió a decirle ayer que Koeman no le gusta. Es un mito y se le respeta pero no comulgan con el , y eso es un problema. Un problema para Laporta.

La noche fue larga. Las reuniones en el palco se alargaron tres giras más allá del partido. Es la hora del presidente Joan Laporta. Será el próximo señalado.