Diana Rodríguez Pretel

En plena campaña navideña, y con los niños ultimando la redacción de sus cartas a los Reyes Magos, se suceden las denuncias públicas contra YouTube sobre la falta de control de la publicidad en los canales de conocidos 'youtubers' infantiles. Canales destinados al público infantil que precisamente requiere de una mayor protección. La carta de los Reyes podría estar influenciada por un 'youtuber' infantil mediante publicidad encubierta.

En plena campaña navideña, y con los niños ultimando la redacción de sus cartas a los Reyes Magos, se suceden las denuncias públicas contra YouTube sobre la falta de control de la publicidad en los canales de conocidos 'youtubers' infantiles. Canales destinados al público infantil que precisamente requiere de una mayor protección. La carta de los Reyes podría estar influenciada por un 'youtuber' infantil mediante publicidad encubierta.

Las campanadas son el pistoletazo de salida de los propósitos de año nuevo y el tiempo empieza a correr. Además del apuntarnos al gimnasio o dejar de fumar, entre los propósitos más habituales están los de ahorrar, viajar más, usar menos el teléfono móvil, adquirir un nuevo hobby, como aprender a cocinar o tocar un instrumento, o encontrar el amor. Propósitos que sólo se cumplen en el 9% de los casos. Así que todo es un teatrillo.

Las campanadas son el pistoletazo de salida de los propósitos de año nuevo y el tiempo empieza a correr. Además del apuntarnos al gimnasio o dejar de fumar, entre los propósitos más habituales están los de ahorrar, viajar más, usar menos el teléfono móvil, adquirir un nuevo hobby, como aprender a cocinar o tocar un instrumento, o encontrar el amor. Propósitos que sólo se cumplen en el 9% de los casos. Así que todo es un teatrillo.

España es un país de tradición cristiana y eso se nota en la forma en la que celebramos la Navidad. Ser un país aconfesional y no pertenecer a ninguna confesión religiosa determinada no impide que la mayoría del país se declare fiel a esa creencia, aunque no necesariamente practicante. Incluso hay no creyentes que no prescinden de sus belenes ni sus villancicos.

España es un país de tradición cristiana y eso se nota en la forma en la que celebramos la Navidad. Ser un país aconfesional y no pertenecer a ninguna confesión religiosa determinada no impide que la mayoría del país se declare fiel a esa creencia, aunque no necesariamente practicante. Incluso hay no creyentes que no prescinden de sus belenes ni sus villancicos.