puedo opinar y opino
Posible, quizá, pero no fácil, porque tropieza con cinco grandes dificultades: la uniformidad está reñida con el principio de autonomía; la posición de Torra, que quiere aprovechar la crisis para no perder pulso independentista y rechazar todo lo que huela a imposición del Estado; la actitud de Urkullu, que no llega tan lejos, pero teme a eso que llama recentralización; una parte de los presidentes del PP, a quienes cuesta muchísimo ser mandados por Pedro Sánchez y no digamos por Pablo Iglesias; y la realidad de que la situación es distinta en cada comunidad autónoma, por mucho que el virus no conozca fronteras y mucho menos dentro de una misma nación.