Rafaela Sánchez

Cerca de 30 años han pasado desde la firma de la donación del Trapiche del Prado al Ayuntamiento de Marbella por parte de Mateo Álvarez Gómez. 12.000 metros cuadrados de terreno, con las ruinas de un inmueble del siglo XVII, y un compromiso: la construcción de una residencia de mayores para el municipio. Durante todo este tiempo se ha ido deteriorando día a día, sin que proyecto alguno cuajase. La parcela ha visto pasar a los caballos de los cocheros, a los aficionados al paintball y a los expertos para llevar a cabo catas arqueológicas para ver el estado de la que en su día fue una fábrica de azúcar, catalogada como Bien de Interés Cultural. Hace unos años, el Ayuntamiento retomó los contactos con la Junta de Andalucía para la construcción de la residencia con plazas públicas, después de una década desde que la administración autonómica de entonces se comprometiera a ofertar el 80% de las 166 plazas proyectadas, con una inversión superior a los 8 millones de euros. Nunca pasó, la empresa concesionaria, Sanyres, quebró. Cuando vea la luz será la primera residencia pública, que dará respuesta a la falta de equipamiento histórica que en este ámbito padece el municipio, palabras que en su día hace 10 años ya pronunció la propia alcaldesa Ángeles Muñoz, que ahora presenta un nuevo proyecto. El papel lo soporta todo.

La COVID-19, es en sí mismo un factor de riesgo y todos los días mata a gente sana, son palabras del delegado territorial de Salud y Familias en Málaga, Carlos Bautista, la semana pasada respecto a la agresividad de la enfermedad. Bautista es médico de profesión y sabe de qué habla, como otros muchos otros especialistas, que siguen recomendando que no nos relajemos porque el virus muta, se vuelve más contagioso y la vacuna llega hasta donde llega, a inmunizar en un porcentaje muy alto, con la pauta completa y dependiendo de cada persona, pero no a esterilizar, con lo que el riesgo de contagio sigue estando en todos lados. No podemos bajar la guardia y menos en lugares como Marbella, donde el verano ha vuelto a traer una gran afluencia de turistas y la saturación sanitaria es más que patente. Las cifras turísticas suben, dato positivo, los contagios aumenta y por ende las patologías graves y las muertes, dato más que negativo. La provincia lo ha hecho muy bien y se nos ha estropeado en verano, esa frase de Bautista lo resume todo. El poco control en los aeropuerto es otra queja de los responsables sanitarios, que apunta que en la Costa del Sol está Córdoba, Jaén, media Madrid y los británicos con una sola dosis de Astrazéneca que no cubre la variante Delta. Son palabras también del delegado de Sanidad.

Obras, carencias y buenos propósitos, ese podría ser el titular de la crónica informativa de la semana, que comenzamos contándoles que la barriada de la Divina Pastora contará con el primer aparcamiento subterráneo de gestión municipal y que, según prometió el equipo de Gobierno Local ya está en trámite para que empiecen las obras a finales de este año o principios de 2022 y que dotará al entorno de Divina Pastora de casi un centenar de nuevas plazas. El nuevo equipamiento solventará el déficit de aparcamiento que arrastra el barrio, una agonía que padecen también los barrios de Marbella, sobre todo en verano. Siguió la semana y nos presentaron la idea de un proyecto para un nuevo estadio municipal, también de gestión pública, un ambicioso plan, que descarta otro ambicioso que hace poco más de un año presentó los gestores del Marbella FC, Best of you. Y siguió la licitación, por fin, de la ampliación de las obras del hospital Costa del Sol, tras más de una década de paralización de los trabajos iniciales, proyectados y en manos de una concesionaria. No nos quedamos solo ahí, porque tenemos más obras, otro anuncio de obra, en esta ocasión por parte del Ministerio de Transporte que asegura que invertirá 8 millones en arreglos de 30 kilómetros de autovía A7 a su paso por Marbella, Mijas y Fuengirola. Obras son amores, y esperemos que también buenas razones y que lleguen, o que lleguen pronto, como mínimo en los tiempos anunciados y comprometidos.

El Defensor del Paciente ha pedido a la Fiscalía de Málaga que investigue una nueva muerte en el Hospital Costa del Sol de Marbella por una posible negligencia u omisión del deber de socorro a un hombre de 61 años, que falleció en el centro hospitalario por complicaciones por COVID, aunque tenía las dos dosis de la vacuna puestas. Era diabético y tenía una discapacidad mental, por lo que la familia apunta a la dificultad para comunicarse. El domingo 8 de agosto fue ingresado en el hospital de Marbella. Aunque al día siguiente permanecía estable, esa misma noche avisaron a sus familiares de la gravedad tras dos paros cardiacos. A las 00:30 de la madrugada les confirmaron que había fallecido.

La familia denuncia que ni siquiera pasó por la Unidad de Cuidados Intensivos y que tampoco han autorizado una autopsia. Damián Vázquez, representante de la Asociación del Defensor del Paciente aporta algunos detalles. Es el segundo caso que denuncia en una semana en el que el Defensor del Paciente eleva a la Fiscalía sospechas de presunta negligencia en el hospital Costa del Sol. El primero fue por el fallecimiento de una joven de 20 años, también con Covid-19 que acudió hasta en siete ocasiones al centro para ser atendida. El centro hospitalario ha lamentado ambos fallecimientos y ha asegurado que la atención a los pacientes fue la adecuada, así como la precisa información a la familia.

Si hubiera seguido con su pasión desde su infancia, y teniendo en cuenta las ganas que le pone a todo, estaríamos hablando de un considerable trompetista; la música se lo perdió, la medicina salió ganando. Juan Manuel Lebrón Ramos, campillero, afincado hace más de una década en Marbella, especialista en Medicina Interna en el Hospital Costa del Sol, formó desde los 9 años parte de la banda Amantes de la música, que le llevó dos lustros de conciertos por media España, afición que dejó aparcada al entrar en la Facultad de Medicina. Le gusta el jazz, por eso le hemos querido regalar los oídos con uno de nuestros trompetas de cabecera. No es su única afición y con 34 años se llama a sí mismo friki porque disfruta de los videojuegos, pero su mayor entretenimiento en la actualidad, al que dedica dos horas diarias, que ni él mismo sabe de donde saca, es el CrossFit, disciplina deportiva de entrenamiento de fuerza con ejercicios de alta intensidad. En el Podcast del verano de esta semana, Juan Manuel Lebrón Ramos, Juanma o Lebrón para sus amigos, nos cuenta un poquito de su vida en Marbella.

La Junta de Andalucía da un nuevo paso para la reanudación de las obras de ampliación del Hospital Costa del Sol y ayer publicó la licitación de dicha actuación, por un importe superior a los 50 millones de euros. Han pasado ya 11 años desde que en mayo de 2010 las máquinas que estaban trabajando en el ambicioso proyecto pararan. Desde entonces, el proceso ha pasado por varias fases, algunas de ellas bastante enconadas. La obra se paró por los desacuerdos entre el Ayuntamiento y la concesionaria en la gestión del aparcamiento, pasó por los tribunales, pasó por reuniones entre todas las partes: ambas administraciones y empresa… Durante años se ha vislumbrado en varias ocasiones la luz al fondo del túnel, para sucederse años de demora y galimatías burocrático y político. Ahora se da un nuevo paso, habrá que esperar si se cumplen los plazos, que según anunció el presidente de la Junta Juanma Moreno apuntan a 20 meses desde el proceso que ahora se inicia hasta el funcionamiento del complejo hospitalario renovado.