Víctor Blanco

Los centros de salud de Vigo y su área metropolitana se encuentran saturados sufriendo los efectos de la quinta ola del COVID- 19, con el aumento de los casos positivos entre los jóvenes y la falta de personal de médicos de familia para atender a los todos los pacientes.

Los locales de hostelería de Vigo, Redondela y Salceda solo podrán ocupar un máximo del 30% de su aforo en el interior y el 50% en el exterior. Estas tres localidades entran en el nivel medio de restricciones. Además en las terrazas sólo podrá haber grupos de, como máximo, 10 personas.

Los hosteleros de la provincia de Pontevedra esperan que el comité clínico que se reúne este martes non imponga nuevas restricciones a la hostelería. Estos empresarios afirman que está acreditado que los contagios de esta quinta ola se producen en botellones y fiestas privadas y no en sus locales.

El alcalde anuncia el cierre, durante este fin de semana, de la parte alta de la calle Joaquín Loriga, la plaza de la Independencia y Montero Ríos. El objetivo es evitar aglomeraciones de jóvenes que se reúnen para realizar "botellón".

Este sábado entrará en vigor la orden que obliga a los concellos a precintar los parques, plazas o playas donde los jóvenes se rúnen para realizar botellones. El alcalde de Nigrán, Juan González, afrma en Onda Cero que acepta la norma de la Xunta pero recuerda que muchos ayuntamientos no tienen medios para llevar a cabo esos precintos.

La incidencia acumulada en la ciudad de Vigo se sitúa ya por encima de los 150 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y de 110 a 7 días. Estas cifras, de mantenerse los criterios actuales, supondrían que el comité clínico decidiese el próximo martes, elevar el nivel de restricciones del concello vigués.