En una entrevista con elFinancial Times, Stephen Hahn, comisario de la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), ha asegurado que está dispuesto a aprobar una vacuna en desarrollo siempre y cuando los beneficios sean superiores a los riegos que conlleva hacerlo. Hahn ha recalcado que no se trata de ninguna estratagema política. La aprobación del uso de una vacuna contra el coronavirus, aunque todavía no haya terminado su fase 3 de desarrollo, podría ser un revulsivo para la campaña electoral de Donald Trump. El actual presidente de los Estados Unidos está hoy por debajo de su rival Joe Biden en las encuestas.
"Es decisión del desarrollador de la vacuna pedir una autorización para que nuestra institución se la adjudicara para aplicar la vacuna", ha explicado Hahn. "Si nos piden esa autorización antes de que termine la fase 3 de los ensayos clínicos tendremos que decidir si es apropiado o no autorizar el uso de la vacuna", ha reflexionado el máximo responsable de la FDA. "El criterio legal, médico y científico se basa es si el beneficio es muy superior al riesgo en medio de una emergencia sanitaria", ha argumentado, al tiempo que ha rechazado que sea un criterio político. "La pandemia de la COVID-19 coincide con la temporada política y vamos a tener que superarlo y ceñirnos a nuestros principios", ha subrayado.
"Será una decisión científica, no política"
En cualquier caso sería una autorización de uso de emergencia, lo que dista mucho de una validación completa de la FDA, ha puntualizado el responsable de la FDA. Dos vacunas estadounidenses están ya en fase 3, la de Moderna y la de Pfizer/BioNTech, y dos más se sumarán a mediados de septiembre. Las farmacéuticas prevén reclutar al menos a 30.000 voluntarios para estos ensayos y concluir si se trata de una vacuna segura y eficaz.
El próximo 3 de noviembre se celebran elecciones presidenciales y con el actual mandatario, Donald Trump, por detrás en las encuestas de su rival, Joe Biden, la aprobación del uso de una vacuna contra el coronavirus podría revolucionar la campaña electoral. Estados Unidos alcanzó este domingo la cifra de 5.993.668 casos confirmados de COVID-19 y la de 183.034 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
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