Un grupo de unos 500 investigadores de distintos centros vinculados al CSIC denuncian que no están incluidos en los planes de vacunación, pese a estar expuestos directamente al contagio, ya que trabajan en laboratorios de la máxima seguridad biológica.
Llevan desde hace un año analizando el virus en sus laboratorios, recogiendo muestras en los hospitales, estudiando la transmisión por aerosoles. No es que estén expuestos al coronavirus… es que lo tocan, explica Antonio Alcamí, investigador del Centro de biología molecular Severo Ochoa, dependiente del CSIC: "Somos personal que estamos entrando a trabajar con el virus real, no es una cuestión de estar en contacto con él, es que trabajamos directamente con él"
Por ley estos científicos deberían estar vacunados contra todos los patógenos con los que trabajan y para los que exista vacuna. Y recuerdan que un brote de covid en uno de sus laboratorios podría paralizar dos semanas la investigación en un momento crucial. La Comunidad de Madrid ya ha reaccionado a su petición y les ha incluido en la agenda de vacunación de mayo.