La Organización Mundial de la Salud alertó este jueves de que una reapertura precipitada en Europa, a pesar de la caída de los contagios a nivel comunitario, puede conllevar una serie de represalias. De hecho, la responsable de Emergencias de la institución, Catherine Smallwood, mencionó expresamente el caso de España, donde explica que la transmisión sigue siendo muy alta.
"Reducciones relativas no significa que las tasas de transmisión sean bajas. En España vemos una caída relativa muy significativa, pero las tasas de transmisión se mantienen muy altas", declaró Smallwood sobre nuestro país, donde, aunque ha disminuido en los últimos días, la incidencia acumulada se sitúa en 540,30 casos por 100.000 habitantes. Además, recordó que levantar las restricciones antes de tiempo puede implicar una nueva propagación de la enfermedad y el resurgimiento de los casos, cosa que ya ocurrió tras las vacaciones de verano.
"Este virus se beneficiará de cualquier oportunidad que le demos para transmitirse, y lo hará más rápido de lo que creemos, el contagio subirá muy rápido y bajará de forma más lenta. Cada vez que levantamos una restricción, que abrimos una parte de la sociedad, cambia el equilibrio a favor del virus", alertó Smallwood.
Asimismo, destacó que el control del virus pasa por reducir los contagios y aumentar la vacunación y que ya habrá tiempo más tarde para pensar en estrategias a largo plazo que ayuden a "reabrir las sociedades progresivamente".
Frenar las nuevas variantes del virus
Hans Kluge, director de OMS Europa, señaló en esta misma comparecencia que el freno de los contagios ayudará a detener el desarrollo de nuevas variantes del virus. "Una y otra vez hemos visto países que reabren demasiado rápido y pierden beneficios ganados duramente. Las decisiones de levantar medidas de salud pública y sociales deben estar sustentadas en datos, basadas en análisis epidemiológicos y en la capacidad del sistema de salud", explicó.