El Gobierno de Sudáfrica ha actualizado sus medidas para el control de la pandemia al recabar más información respecto a la nueva variante. Tras la publicación de informes alentadores sobre los efectos de la variante ómicron, ha decidido eliminar las pruebas y las cuarentenas para los contactos asintomáticos de positivos.
El Ministerio de Sanidad sudafricano ha cambiado su parecer ya que consideran que "la estrategia de contención ya no es apropiada" en la fase actual de la pandemia. Se quieren centrar en la población contagiada y que manifiesta síntomas del virus.
El Gobierno ha ordenado el cese inmediato de todos los trabajos de rastreo, de tal manera que los contactos de casos positivos sólo se hagan una prueba si desarrollan síntomas compatibles con la COVID-19. También se elimina la cuarentena para ellos, independientemente de que estén vacunados o no.
Han introducido una excepción. En caso de que haya un brote localizado o un repunte de contagios, sí podrían promover cribados o cuarentenas. El Gobierno sudafricano alude al coste social y económico generado por las cuarentenas, añadido a los informes que apuntan a una menor agresividad de ómicron.
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas aseguró esta semana que la probabilidad de terminar en el hospital descendía hasta en un 80 por ciento si se comparaba con los datos de la variante delta.