Cuando llegas a un campeonato de Europa tras colgarte un bronce en un mundial, es normal que los focos te señalen como uno de los grandes favoritos. Asier Martínez en cambio, prefería huir del protagonismo y dejar que sus piernas hablaran en la pista.
El primer discurso en semifinales no ha podido dejar mejor sabor de boca. Buena salida, solo por detrás de su gran amigo Andrew Pozzi, especialista en 60 metros y una segunda parte de la carrera demoledora para meterse en la final, con 13.25 y mirada cómplice al francés Just Kwaou-Mathey.
Nuestra atención en la calle cuatro y de reojo en la seis con Quique Llopis que también ganó su semifinal con mucha solvencia. Asier siempre ha deslumbrado en las grandes citas. El colofón en Oregón le llegó con un bronce pero en la cita de Munich se intuía que el color iba a ser otro. Un atleta que fue campeón de España de salto de altura sub-18 pero al que el destino le tenía preparado el seguir el camino de su madre que también fue velocista.
La realización de las cámaras le enfocaban. En el guion de un campeonato, la Federación europea no deja nada al azar y no es casualidad que se centraran en Asier. El español tendría mucho ganado si hacía una salida correcta. Hay que recordar que en el mundial, incluso tocó con un pie la primera valla. Solo el francés Zhoya había corrido tan rápido como él esta temporada, ambos con 13"17.
El inicio ha sido accidentado con varios toques en las vallas. Asier como es tradición ha ido de menos a más. Se ha quedado en un mano a mano entre Asier y una leyenda como el francés Pascal Martinot-Lagarde. Las últimas zancadas le tenían que llevar a la gloria, de esas pistas de navarra al olimpo europeo.
Ambos han cruzado la meta pero ha sido tan justo que no se sabía quién se había llevado el oro. Lagarde lo celebraba pero la confirmación oficial coronaba a Asier por una sola milésima. Con 13.14 se convierte en el líder europeo de la temporada y vuelve a destrozar su récord de España sub23.
Asier Martínez a sus 22 años es leyenda del atletismo español. La cara amarga de la moneda se la ha llevado Enrique Llopis que tras un tropezón se ha quedado sin opciones, aunque se marcha con mejor marca personal en estos campeonatos.
Con este metal, la delegación española suma su sexta medalla en el campeonato (dos oros, tres platas y un bronce) y escala a la segunda posición del medallero solo por detrás de Alemania.