El campeón de España quería una carrera rápida y los kenianos Elijah Manangoi y Timothy Cheruiyot -oro y plata al final- se encargaron de que fuera así. Campeón de Europa de 3.000 m en pista cubierta, Mechaal se había inclinado, finalmente, por el 1.500 pese a no haber bajado de 3:33 como él mismo se había exigido para dejar el 5.000. Era una apuesta arriesgada para un atleta capaz de sostener ritmos altos pero sin remate a nivel mundial.
Esa falta de pegada en el esprint le dejó sin medalla. Los dos kenianos se jugaron el oro por delante, y atrás Mechaal fue ganando terreno al noruego, pero lentamente, centímetro a centímetro, de forma que no remató el trabajo. Los dos se arrojaron a la meta y ganó Ingebrigtsen.
Mechaal, nacido en Jebha (Marruecos), compitió en los Mundiales de Londres en virtud de la resolución de Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que anuló la sanción de 15 meses que le impuso la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) por tres supuestos controles de dopaje fallidos.
Desde Daegu 2011, cuando el sevillano Manuel Olmedo terminó cuarto, ningún otro español se había clasificado para la final de 1.500, una disciplina que ha dado cinco medallas a España en Mundiales: 3 de plata (Fermín Cacho dos y José Luis González) y 2 de bronce, las dos de Reyes Estévez.