Los Sparks de Los Ángeles tuvieron que esperar 14 años para levantar de nuevo el trofeo de campeonas del Baloncesto Profesional Femenino de Estados Unidos (WNBA) y lo hicieron después de ganar a domicilio 76-77 al Lynx de Minnesota en el quinto y decisivo partido de las Finales.
Como sucedió durante toda la serie disputada al mejor de cinco partidos, hasta la última décima de segundo del quinto se mantuvo el suspense después que a falta de tres la alero de origen nigeriano Nneka Ogwumike anotó con una penetración la canasta del triunfo.
Antes su compañera, la ala-pívot Candace Parker, volvió a ser la gran figura de los Sparks al aportar un doble-doble de 28 puntos (12-22, 2-5, 2-4), 12 rebotes y tres recuperaciones de balón que la dejaron como máxima encestadora del partido y ganadora del premio de Jugadora Más Valioso (MVP) de las Finales.
La propia Parker también había conseguido su última canasta con apenas 19 segundos por jugarse y dejar el parcial de 74-75, que volvió a estar del lado del Lynx porque cuatro más tarde, la alero Maya Moore, que también fue la gran estrella del partido por el equipo de Minnesota, encestó y puso el 76-75.
La posesión de balón fue para los Sparks y esta vez Ogwumike, que le había dado la asistencia a Parker en la canasta anterior, se encargó ella misma de romper a la defensa del Lynx. Sin tiempos muertos que pedir, la base Lindsay Whalen intentó un triple a la desesperada que no evitó la derrota y el final del reinado del equipo de Minnesota. Mientras que empezaba con los Sparks que ganaban el tercer título de liga de su historia, primero desde la temporada del 2002 cuando lograron dos consecutivos.
Junto a Parker, que ganó su primer título de liga, Ogwumike aportó también un doble-doble de 12 puntos y 12 rebotes, y la base reserva Chelsea Gray surgió como la Sexta Jugadora al anotar 11 tantos.
Moore volvió a ser la figura del Lynx al aportar un doble-doble de 23 puntos, 11 asistencias y seis rebotes, que esta vez no pudieron revalidar el título de campeonas y se quedaron sin el cuarto en las últimas cinco temporadas. Junto a Parker la escolta Seimone Augustus fue la segunda máxima encestadora tras anotar 17 puntos, mientras que Walen y la pívot Sylvia Fowles lograron 10 tantos cada una.
La escolta-alero española Anna Cruz no jugó ningún minuto con el Lynx por decisión de la entrenadora del Lynx, Cheryl Reeve. El equipo de Minnesota estuvo siempre en el partido e inclusive supo reaccionar y remontar una desventaja de ocho puntos (63-71) a falta de menos de tres minutos para poner el empate a 73-73 con 35 segundos por jugarse.
Todo estaba ya a su favor, hasta que con 23 segundos por jugarse la alero Rebekkah Brunson falló el primero de los dos tiros de personal que hizo para el parcial de 74-73 del Lynx. Parker se encargó en la siguiente posesión de los Sparks de anotar, Moore, que también deseaba el título y el premio de MVP, respondió con el parcial de (76-75).
Pero quedaban 15 segundos y a Ogwumike plena de inspiración que la desarrolló a su máxima expresión con la penetración y canasta que valió un nuevo título de liga del baloncesto profesional femenino que llega a Los Ángeles.
El legendario Magic Johnson, de Los Ángeles Lakers, que es copropietario del equipo, decidió acompañarlo después de haber vivido la frustración del perder el cuarto partido en el Staples Center, y esta vez su presencia si sirvió de talismán ganador. Mientras que las jugadoras del Lynx también tuvieron todo el apoyo de las grandes figuras de los Timberwolves de Minnesota que se encontraron presentes en el Target Center para darles su apoyo.
El grupo estuvo encabezado por el pívot dominicano Karl-Anthony Towns, Anthony Towns, el alero canadiense Andrew Wiggins y el base español Ricky Rubio.