La final de la Copa del Rey de baloncesto tuvo uno de los finales más polémicos que se recuerdan. Los árbitros decidieron que Randolph había realizado un tapón ilegal sobre Tomic, una canasta que dio la victoria al Barça.
Miguel Ángel Pérez Pérez fue uno de los colegiados que tomó esa decisión. El árbitro habla para 'La Voz de Galicia' sobre estos "errores humanos", reconociendo que no se siente "culpable", pero sí "responsable".
Una decisión sólo con dos tomas
"Para sentirse culpable tienes que haber puesto mala intención", asegura. Explica que tomaron la decisión "sobre las dos primeras tomas, que no eran buenas", aunque lamenta que el error de los árbitros "se magnifique".
"No conozco a ningún árbitro que haya tenido la desfachatez de equivocarse conscientemente. Se le ha dado una trascendencia mayor que la que realmente tiene", afirma Pérez Pérez.