Nicolás Laprovittola reventó el Clásico en los primeros minutos con tres triples consecutivos y un 2+1 a continuación para poner un 2-15 en el marcador a los 4 minutos de partido. Fabien Causeur y Sertac Sanli que inauguró el marcador con otro triple fueron los otros anotadores.
Una actuación para enmarcar la del base argentino, mientras que el Real Madrid volvió a tener una actuación digna del museo de los horrores, del que parece no poder salir por falta de confianza en su juego, en su ataque y en su tiro. Y con una defensa que no muerde como hace unas semanas.
Los 9 partidos en 20 días le han pasado factura a un Real Madrid que parece agotado y sin energía y que ha perdido cuatro de estos partidos.
Cada ataque blaugrana acaba en canasta, y cada ofensiva madridista en pérdida, fallo o ni eso. El resultado al final del primer cuarto lo decía todo, 8-28.
No cambiaron demasiado las cosas en el segundo acto, aunque se igualó el marcador. La falta de confianza generalizada en el Real Madrid no se pudo arreglar, salvo algún fogonazo de rabia de Causeur y Adam Hanga.
El Barcelona mantuvo la ventaja y la agrandó ligeramente, 23-44, para marchar al descanso con un claro 31-52, con Dante Exum y Kyle Kuric entre los destacados. Y gracias, porque Nikola Mirotic solo fue el autor de 2 puntos.
Las estadísticas no mienten y el 12-18 en rebotes y el 4-13 en asistencias, hablan claro de la diferencia de juego de unos y oros.
Tocaba épica y el Madrid lo intentó, 38-54 (m.22.30), con Walter Tavares de estandarte, pero Mirotic no estaba por la labor y con 5 puntos seguidos, volvió a restablecer la veintena de puntos de diferencia a su equipo, 38-59 (m.23.15).
Los 20 puntos de ventaja azulgrana fueron un muro, una barrera psicológica difícil de rebasar y cuando eso sucedía se restablecía casi de inmediato. El Madrid remó y remó pero apenas cerró el tercer cuarto por debajo de esa marca, 55-71, tras ganar el periodo por 24-19.
Con 16 puntos de losa encima, el Real Madrid intentó no bajar los brazos y seguir luchando pero sin tiro exterior una empresa tan grande como ésta estaba abocada al fracaso y más ante un equipo del nivel del Barcelona.
Al final, 68-86. Sarunas Jasikevicius no sabe lo que es perder en Madrid desde que es entrenador del Barcelona. Lleva 6 de 6 en todas las competiciones.