La selección española de baloncesto ha ganado este sábado por jun contundente 101-62 a la de Túnez en su primer compromiso del Grupo C en el Mundial de China, solventando ciertas dudas generadas al borde del descanso y siendo guiada otra vez por la producción ofensiva de Ricky Rubio, autor de 17 puntos.
Ricky repitió la buena versión que se había visto en la gira de encuentros preparatorios, pero costó que el resto del equipo español cogiera ritmo de competición. Los amistosos se habían acabado y ahora enfrente estaba el conjunto tunecino, vigente campeón de África y rival no tan asequible como se podía imaginar en primera instancia.
Así, los pupilos de Sergio Scariolo inauguraron rápido el marcador con un triple del propio base de El Masnou, como augurio de la 'Ricky-dependencia' que se iba a ver hasta el descanso. Por parte de Túnez, el también base Omar Abada y el pívot Salah Mejri respondieron a cada paso rival.
La defensa rojigualda no era lo suficientemente férrea y Mejri lo aprovechó para anotar con relativa facilidad, poniendo nervioso a un Scariolo que no hallaba la tecla desde el banquillo. Por si fuera poco, Michael Roll se unió al ataque africano para remontar en el marcador y marcharse al primer receso con ventaja por 16-17.
Pese al comienzo dubitativo del segundo cuarto, con pérdida de balón incluida y un parcial en contra de 0-7, a España le funcionó la rotación de bases y escoltas, con Quino Colom y Sergio Llull en plena efervescencia. A todo ello contribuyó, de manera involuntaria, la lesión pasajera que sufrió Rudy Fernández en la rodilla.
El susto, porque sólo se quedó en eso, puso las 'pilas' al equipo de Scariolo y luego resolvió, por extensión, el pequeño problema del poste bajo. Marc Gasol, que reaparecía tras no haber disputado los dos últimos amistosos previos, rayó a buen nivel pero no al excelso nivel con el que tiene malacostumbrada a su afición en la NBA.
En su lugar como faro de ataque, Juancho Hernangómez emergió para dar al resto del plantel la serenidad, la puntería y el equilibrio que se necesitaban. Con todo ello, la selección española protagonizó varias jugadas de postín, incluyendo cuatro triples encadenados y que dejaron bastante encauzada la victoria.
El parcial acumulado de 30-8 en el tercer periodo, abrochado con una 'mandarina' de Llull, significó casi un trauma para Túnez. La selección que dirige Mario Palma, para mayor inri, tuvo que jugar de ahí hasta el desenlace sin Mejri, debido a un mal apoyo de éste tras un salto.
Los 10 minutos que faltaban para el bocinazo definitivo fueron de disfrute para España, con Ricky y Llull incrementando sus estadísticas anotadoras. El suplicio por parte tunecina aumentó cuando Scariolo decidió dar oportunidades a todos sobre la cancha; Víctor Claver no malgastó la coyuntura y apuntaló ese resultado, holgadísimo, de 101-62.
El siguiente compromiso de España será contra Puerto Rico el próximo lunes, a las 14.30 horas y con el objetivo de hacer cumplir de nuevo los pronósticos. Otra buena cosecha frente a los puertorriqueños aclararía el futuro inmediato para los jugadores españoles, sabedores de que los marcadores se arrastran a la segunda fase del campeonato.