España se jugaba su presente en el Eurobasket y su futuro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en la primera ‘final’ del torneo. Los de Scariolo se medían a la Alemania de Dirk Nowitzky, el mito alemán que juega su último campeonato con los teutones.
Las opciones de ser segundos de grupo pasaban por ganar a Alemania y esperar a que Serbia ganase a Italia, cosa que hizo, y a que Turquía ganase a la débil Islandia, a la que España ganó de manera solvente en la anterior jornada del Eurobasket.
España estuvo por delante durante prácticamente todo el inicio de partido, teniendo un juego algo irregular en ataque. Los alemanes se mostraban solventes, anotando poco a poco, sin tener grandes diferencias, pero sin despegarse del marcador.
Schröder fue el principal dolor de cabeza para los de Scariolo. El joven base de los Hawks volvió loca a la defensa española con su velocidad, siendo el máximo anotador al descanso con 10 puntos.
Por España, Pau Gasol y Sergio Rodríguez nos mantenían por delante en el marcador, mientras Mirotic o Pau Ribas aportaban su granito de arena. El punto débil de España, como en lo que llevamos de torneo, fue la defensa. No se mostraron sólidos ni en el rebote ni en la tareas defensivas, pese a dejar a Alemania en 38 puntos.
En el tercer cuarto, las defensas se intensificaron, sobre todo en el lado alemán, con más faltas desde el inicio y con un Schröder igualmente inspirado. También Pleiss se sumó a la fiesta, pero España mantenía su mínima ventaja en el marcador.
Liderados por un gran ‘Chacho’, la ventaja se disparó hasta los 12 puntos, la máxima del partido, para cerrar el tercer cuarto. Pese a esa ventaja, Alemania se acercó en el marcador hasta situarse a tres puntos. Las alarmas saltaron en el equipo de Scariolo, tenían que encontrar la manera de meter canastas de nuevo.
En ese momento, volvió a aparecer el mejor Sergio Rodríguez con un triple decisivo que puso a Espñaa a siete puntos. Alemania no se rindió y dos triples de Nowitzky y Lo cuando quedaba un minuto pusieron a los teutones a un solo punto.
A partir de ahí, comenzó la tensión en la línea de tiros libres. Primero le tocó a Llull, que anotó sus dos tiros libres, después Schröder, que metió otros dos. Llull volvió a la línea, 10 segundos por jugarse, la sangre tenía que estar helada y lo estuvo. Anotó sus dos tiros libres, era el turno de Alemania.
A falta de tres segundos, Pau Ribas realizó una falta sobre Schröder que los árbitros consideraron que tenía que ser penalizada con tres tiros libres, ya que fue mientras lanzaba el base alemán. Si metía los tres, íbamos a la prórroga.
Se dirigió a la línea de tiros libres. Metió el primero. Cogió aire, botó el balón, anotó el segundo. Si metía el tercero, prórroga, si lo fallaba, España estaba en octavos contra Polonia, presumiblemente.
Lo falló ante el delirio del banquillo español. Al final, victoria muy sufrida de España por 76-77 y se pone rumbo a octavos de final.