Felipe Reyes se retira. A los 41 años y después de 23 años en la élite. El Estudiantes primero, el Real Madrid después y siempre la selección española. Uno de los líderes de la generación dorada que conquistó el Mundial Junior en Lisboa en 1999. Y tras aquella gesta, vinieron muchas más.
Tantas como 10 medallas con España: el oro de Japón en el 2006, las platas olímpicas de Pekín y Londres, el bronce en los Juegos Olímpicos de Río, tres títulos del Eurobasket a los que añadir dos platas y un bronce continental. Y 18 títulos de clubes: con el Estudiantes conquistó la Copa del Rey de Vitoria en el 2000 y, ya vistiendo la camiseta del Real Madrid, amplió su palmarés hasta lograr dos Euroligas, una Intercontinental, una Copa ULEB, siete Ligas, seis Copas y seis Supercopas.
Conocí a Felipe Reyes cuando éste era un adolescente que revolucionaba las canchas del colegio Ramiro de Maeztu de Madrid. Un torbellino en la cantera del Estudiantes. Pasional y alegre, lograba paliar sus defectos con una voluntad asombrosa. En sí, demostró gran inteligencia al saber potenciar su "instinto" por el rebote y su gran capacidad defensiva ante jugadores de mayor estatura. Hizo de los "defectos" virtud.
Protagonista del Eurobasket de Polonia
En petit comité, Jorge Garbajosa (compañero de habitación de Felipe Reyes en la selección) me llegó a decir que no había conocido a un jugador más obstinado que él. Lo demostró en un momento crítico de su carrera. Nos situamos en el año 2009: Eurobasket de Polonia, en el debut de Sergio Scariolo como seleccionador. Tumultuoso camino hacia el título en el que Felipe Reyes tuvo un papel protagonista. "Felipón" estaba en el cénit de su carrera. Tras el éxito, e incorporado a la disciplina de club, se encuentra con un nuevo técnico en el Real Madrid: el italiano Ettore Messina. Y su figura se tambaleó.
El ideario de Messina no contemplaba el estilo de juego de Felipe Reyes. Demasiado bajo para jugar de pívot y sin velocidad para jugar de alero, pensaba el italiano. "Felipón", haciendo buenas las palabras de Jorge Garbajosa, calló y trabajó. En silencio y sin alzar la voz, aunque el demonio competitivo le carcomiera día y noche. Yencontró la solución incorporando en su juego un elemento hasta entonces impensable: el tiro de 3. Messina abandonó el barco merengue y Felipe Reyes mantuvo su silencio. Y su tiro de 3. Hasta hoy.
"Si tú vas a todos los rebotes, el rival se acaba cansando y lo coges por pesado"
En el 2011, mientras estaba concentrado con la selección española preparando el Eurobasket de Lituania, vivió el momento más amargo de su vida: el repentino fallecimiento de su padre. Hundido, encontró en "La Familia" el consuelo necesario para superar el trance. Cada día, sin descanso, le cantaban "todos los días sale el sol, felipón". Pese al dolor, consiguieron sacar una sonrisa a quien podemos considerar el penúltimo mohicano de los Juniors de Oro. El último, Pau Gasol, dice de él que es como de la familia. Y su adiós supone el final de una época dorada de nuestro deporte. Es el final de una era. Felipe Reyes, leyenda del baloncesto: "Si tú vas a todos los rebotes, el rival se acaba cansando y lo coges por pesado".