Un fiscal turco pide prisión para el NBA Enes Kanter por "insultar" a Erdogan
Un fiscal de Turquía ha solicitado una pena de cuatro años de cárcel para el jugador de los New York Knicks, Enes Kanter, por "insultar" al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
Un fiscal turco ha reclamado este miércoles una pena de cárcel de hasta cuatro años de cárcel para el jugador de baloncesto Enes Kanter, que juega en los New York Knicks, por "insultar" al presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
Kanter, seguidor del clérigo islamista Fetulá Gulen -al que las autoridades acusan de estar detrás del intento de golpe de Estado de 2016- ha sido muy crítico con Erdogan a través de las redes sociales.
En respuesta a la petición del fiscal, el jugador de baloncesto ha dicho a través de Twitter: "He dicho menos de lo que ese (hombre) sin honor se merece --en referencia a Erdogan--. Añada otros cuatro años -a la petición de cárcel-, maestro". Posteriormente, ha publicado otros dos 'tuits' afirmando "Mantente firme por lo que crees" y "La vida es buena. Sigue sonriendo".
Las autoridades turcas revocaron este año el pasaporte de Kanter y emitieron una orden de arresto, declarándole fugitivo por su apoyo a Gulen, quien también reside en Estados Unidos. Ankara ha reclamado a Washington la extradición del clérigo en numerosas ocasiones.
Kanter describió a Erdogan como "el Hitler de este siglo" después de que fuera retenido en Rumanía a causa de la retirada de su pasaporte, si bien finalmente pudo continuar su viaje hacia Estados Unidos.
Gulen siempre ha negado cualquier vinculación con el golpe de Estado y ha reclamado al Gobierno de Ankara que permita una investigación internacional sobre lo sucedido.
Erdogan y Gulen eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes de Gulen, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes.
Turquía impuso el estado de emergencia tras la asonada de julio de 2016 y desde entonces decenas de miles de personas han sido detenidas y cerca de 150.000 han sido cesadas de sus cargos públicos.