ESTUDIANTES 70-85 LLEIDA

Un Lleida desbocado asciende a la ACB

Un Força Lleida totalmente desbocado en la primera mitad y que llegó a mandar por 21-52 al descanso regresó por la puerta grande a la ACB diecinueve años después al arrollar 70-85 a un Movistar Estudiantes colapsado e incapaz de parar la frescura del conjunto catalán y la intimidación interior de Kur Kuath.

EFE

Madrid |

Un Lleida desbocado asciende a la ACB
Un Lleida desbocado asciende a la ACB | Europa Press

Imbuidos por la afición ilerdense, que igualó el ambiente de los colegiales a pesar de que el encuentro se disputó en el Madrid Arena, el equipo de Gerard Encuentra tuvo la hoja de ruta definida desde el primer momento y a una defensa de ensueño le unió el acierto en la pista de ataque para descolocar por completo a un Estudiantes que seguirá en la LEB Oro tras hundirse en ataque durante la primera mitad, con solo 5 tiros anotados de los 34 lanzados en los dos primeros parciales. La madurez mostrada en las semifinales ante el Tizona Burgos se desvaneció en un instante cuando los tiros empezaron a salirse y los de Pedro Rivero no encontraban la manera de percutir en el poste bajo, donde los centímetros de Kur Kuath se impusieron para acumular rebotes y tapones, además de puntos a través de 'alley-oops' en la otra parte de la pista.

El club catalán, refundado en 2012 por los problemas económicos del CB Lleida, permite que Lleida y el pabellón Barris Nord regrese a la acb tras un final de temporada de ensueño en el que el equipo ilerdense ha encadenado catorce triunfos consecutivos, tres de ellos en 'playoff' y los dos últimos en esta Final Four que dirimía el acompañante del Leyma Coruña a la acb. Tuvieron que pasar 8 minutos y 57 segundos para que Estudiantes anotara su primera canasta a balón corrido. Para entonces, el marcador ya era de 4-21 para los catalanes, que hallaban con facilidad las esquinas y que a partir de ahí encontraban o bien un tiro de tres fácil, o la posibilidad de romper y doblar al pívot (10-25).

Lejos de reaccionar, Estudiantes estaba totalmente hundido. Además de sus pobres porcentajes, el acierto de Kenneth Hasbrouck remató al conjunto madrileño, que perdía por casi treinta puntos (14-43, m.15) y lo peor es que no encontraba alternativas para parar la sangría. Un parcial de 7-0 (21-48, m.18) ilusionó a los de Pedro Rivero, pero ni aun así asustaron a los ilerdenses, que se fueron al descanso mandando y con la sensación de que con gestionar el marcador ya estaban de vuelta en la acb (21-52). Eso mismo ocurrió tras el paso por vestuarios. Toms Leimanis reavivó a Estudiantes con cinco puntos seguidos, pero ni aun así se reenganchó al partido el conjunto de Rivero, que de hecho perdió a Leimanis a los cinco minutos al sumar una técnica y una antideportiva.

Comenzó entonces un intercambio de puntos por parte de ambos equipos que benefició a Estudiantes al pillar a medio gas a un Lleida que quiso jugar por momentos demasiado con la ventaja, lo que no gustó a Gerard Encuentra, que llegó a cambiar el quinteto completo tras recibir un parcial de 11-2 (40-53, m.27). Aun así, nadie consiguió parar a Johnny Dee, que al final del tercer cuarto sumaba 19 de los 48 puntos de los madrileños (48-72) y que acabó con 25 puntos. Estudiantes continuó maquillando el encuentro hasta bajar de los veinte minutos la diferencia (56-75, m.35) con los triples de Dee. No obstante, Lleida no necesitó ni de los puntos de Jaume Lobo, crucial en las semifinales, para amarrar el partido, pues Kuath volvió a emerger. El americano se erigió como el gran referente y el factor diferencial de una final que terminó con 16 puntos, ocho rebotes y tres tapones, siendo determinante en ambos lados de la pista.

Lleida, tras más de una década en LEB Oro, se cita de nuevo con la ACB, una competición que Estudiantes no disputará por cuarta temporada consecutiva a pesar de ser uno de los históricos de la máxima liga nacional de baloncesto, para la que el conjunto catalán se tendrá que preparar durante el verano, aunque antes de ello, todavía queda celebrar y saborear un ascenso histórico para la ciudad catalana.