El siete de marzo del 2023 va a ser recordado como el día de Pau Gasol. Su camiseta púrpura y oro con el número dieciséis no volverá a ser utilizada por ningún jugador que vista la camiseta de Los Angeles Lakers.
Si la franquicia junto a Boston Celtics, que tiene más títulos de la NBA, el equipo del glamour de Hollywood de los oscarizados actores a pie de pista, del Soul Train de los años ochenta, va a lucir junto a mitos y leyendas como el 33 de Karim Abdul Jabar el 32 de Magic Johnson, cuya estatua a mi espalda preside una de las entradas del pabellón.
Como también hay una estatua, Shaquille Oneil cuyo número 34 también fue retirado. Y ni qué decir del trece del hombre récord y Chamberlain. Y, por supuesto, el 8 y el 24 de Kobe Bryant con Pau. Son doce los jugadores cuyos números nadie más va a utilizar y se une también a la bandera en honor la voz de los Lakers en más de tres mil partidos, desde 1965 hasta el 2001
Un hito al alcance de pocos y quizás sea la obra cumbre el reconocimiento definitivo a la trayectoria de un jugador diferente y único, el líder Pau Gasol, de una generación que ha elevado al baloncesto español al nivel de Los Ángeles.