Con la ausencia de Rudy Fernández anunciada momentos antes de iniciar el partido, Pau Gasol fue el protagonista en el inicio. Poco antes de comenzar se fue a vestuarios acompañado del fisioterapeuta Joaquín Juan y del delegado del equipo y regresó justo de tiempo para comenzar el partido, con la consiguiente intranquilidad de los españoles.
Sin embargo, un 0-4 de Polonia lo cortó Pau con un triple que cercenó de raíz cualquier duda. España comenzó a carburar en ataque y un 13-6 lo corroboró. Sin embargo, los problemas siguieron siendo los mismos: la falta de concentración en defensa y pocas opciones más allá del lanzamiento triple o de la búsqueda de Gasol en la pintura.
A trompicones, con la ayuda de la ingenuidad polaca haciendo una falta a Sergio Llull en los últimos instantes, que supuso tres tiros libres, el equipo español cerró el primer cuarto con un 25-20.
En el segundo cuarto siguió por los mismos derroteros, alternando buenos momentos defensivos con despistes generalizados. En ataque, por el contrario el cincuenta por ciento de efectividad en el triple (7 de 14) salvó a la selección de Scariolo que, pese a pasar apuros, consiguió marchar a vestuarios con una exigua ventaja, 41-39.
Gasol con 3 triples y 3 canastas de dos sin fallo, además de 3 rebotes volvió a ser lo más positivo de un equipo que funcionó a tirones, a golpes de acierto y que no acabó de redondear una defensa que era tan necesaria como vital.
Marcin Gortat (4 puntos) y Adam Waczynski (2), dos de los jugadores más peligrosos entre los polacos, estuvieron bien sujetos, pero AJ Slaughter (9) y Damian Kulig (8), estuvieron más sueltos y más acertados.
El pase por vestuarios trajo la novedad de una venda por debajo de la rodilla derecha en Pau Gasol. Y en la reanudación un nuevo 0-4 polaco, 41-43 (min.20.50).
La defensa en zona apareció en España, pero no supuso ningún cambio significativo en el partido, que comenzó a alternar ventajas para uno y otro equipo en el marcador, 46-48 (min.25.30).
Ninguno de los dos equipos fue capaz de encontrar la llave para romper el partido y a cada minuto que pasó la tensión y la importancia del resultado creció de forma exponencial. Al final del tercer cuarto empate a 55.
El equipo español comenzó mejor en los minutos de la verdad, 59-55 (min.32), ante una Polonia a la que la responsabilidad comenzaba a pasarle factura. Un triple de Sergio Rodríguez, segundos después, dio a España la mayo ventaja del partido, 62-55.
Un triple de Pau (min. 33.45, 65-57) hizo que los cimientos polacos temblaran y Sergio Rodríguez redondeó la faena con una canasta bajo el aro, 67-57.
La ventaja llegó a los 12 puntos, 69-57 (min. 34.30) tras dos tiros libres anotados por un notable Víctor Claver, sobre todo dando seguridad al equipo en el rebote defensivo. Con esa diferencia España cerró un parcial de 17-2, entre el minuto 29 y el 34.30, que a la postre resultó fundamental.
Llegados a este punto, España manejó el partido casi a su antojo. Pau clavó su quinto y sexto triples seguidos (de siete intentos) y el marcador se disparó a 77-59. Pau se sentó en el banquillo y fue despedido con una gran ovación por el aficionado francés.
Al final, 80-66 y mucho más sufrimiento del que reflejó el marcador.