El Real Madrid echa el freno a un Barça liderado por Mirotic
El Real Madrid ganó (86-76) el primer Clásico europeo al Barça este jueves en la octava jornada de la fase regular de la Euroliga celebrada en el WiZink Center, un choque que fue por barrios hasta la segunda parte, donde el cuadro local fue mejor y echó el freno al eterno rival y líder de la competición.
Los de Pablo Laso dan fuerza a su posición en la tabla con un 5-3 y cortan las alas a un Barça que se queda con 6-2, en su cuarta derrota seguida en sus visitas continentales a Madrid, y el segundo Clásico blanco del año tras la Supercopa. Tras un cuarto para cada uno, la reanudación fue blanca. Campazzo fue líder (13 puntos y 6 asistencias) y Tavares intimidó hasta que el pique y la rivalidad depararon un final caliente.
La hostilidad anunciada sobre el ex del Palacio Mirotic (19 puntos) llevó a la excitación a cada jugador y un partido de intercambio lo saboreó el cuadro local. El Madrid encontró soluciones, en Deck (13 puntos y 6 rebotes), Randolph (16 y 7) y mucha rotación interior a pesar de las bajas. Mientras, el Barça se desmoronó poco a poco, en busca de autoestima para el asalto a la Euroliga 10 años después, con hiriente final bajo los sombreros del de Cabo Verde.
El Barça fue capaz de volver al partido en el segundo cuarto a pesar de llegar a ir 21 puntos abajo. Los de Pesic se permitieron el lujo de regalar 10 minutos y el Madrid se relajó en un orgasmo deportivo tras triturar a su eterno rival. No había duda del recibimiento a Mirotic y por momentos funcionó con el Palacio encendido desde el minuto uno, partícipe de la paliza. La defensa blanca, juego coral y acierto sin respuesta fueron un 30-9.
El cuadro catalán no había saltado al parqué: ni una entrada a canasta, sin apenas cifras en sus estadísticas. Randolph y 'Facu' llevaron el ritmo local y Tavares fue dueño de las dos zonas. La suya, muy tranquila. De lo más bajo se propuso empezar el equipo de Pesic, a base de dar más agresividad a la defensa, asomar con Tomic en la zona y recuperar el perímetro gracias a Delaney y Kuric.
EL MADRID RÍE ÚLTIMO
El parcial visitante llegó a ser 5-21. El Madrid reaccionó reservando a Campazzo y con Laprovittola sufriendo, mejor con Deck y Taylor al lado. Mirotic volvió a la pista para rubricar la remontada culé antes del descanso, con ocho puntos en un momento y los gestos desafiantes a una grada que se despachó a gusto en insultos. Ambos equipos conocían el camino, pero al final solo podía llegar uno.
El Madrid volvió a su plan inicial, con Campazzo a los mandos y Tavares metiendo miedo al rival. El ataque tembloroso del Barça lo escupió el aro y contagió a cada camiseta azulgrana, hasta que el balón le llegó a Mirotic. Un triple del hispano-montenegrino cortó un 10-0 blanco en la reanudación (61-53), también ayudó Kuric, pero el Barça volvió a funcionar muy poco.
La cuarta falta de Tavares o la quinta de Mickey abrieron un par de puertas a los de Pesic, que lograron sujetar a un Madrid que había amenazado con el golpe definitivo (71-64). Garuba, con Randolph, ocuparon la zona blanca hasta que volvió el de Cabo Verde, que se encargó de parar a Mirotic para euforia de la grada. Un triple del esloveno dejó un más 10 a cinco minutos del final. Otro atasco azulgrana y un recital de tapones de Tavares cerraron el primer capítulo de un Clásico con tensión renovada.