Sin recursos en ataque, con timidez en defensa y sin ritmo de juego, el Barça ya no fue capaz de remontar cuando se situó por detrás en el marcador y echó en falta el liderazgo de Rice o el carácter dominador de Ante Tomic en la pintura. Todo se decidió en los últimos cuatro minutos del segundo cuarto. El Barcelona se colapsó y encajó un parcial 16-0 en los últimos cuatro minutos antes de llegar al descanso.
Hasta entonces había conseguido su máxima diferencia (24-31), pero un cúmulo de malas decisiones, de desconexión absoluta y la lesión de Pau Ribas, que cayó lesionado y tuvo que ser retirado en camilla, marcaron los minutos finales del primer tiempo y también la suerte del partido. Así que de un 24-31 se pasó al 40-31 al descanso, con dos jugadores destacados por parte de los serbios, ya que en la remontada serbia destacaron Guduric y Simonovic con 13 y 10 puntos, respectivamente.
El inicio del partido fue un cúmulo de errores, de pérdidas de balón y de falta de acierto en los lanzamientos. Los primeros cinco minutos se finiquitaron con un 6-6 y sólo la aparición en escena de Brad Oleson cambió el escenario y el ritmo del partido. El estadounidense, con su acierto, lideró el ataque del Barça que se escapó con 9-16. En el inicio del segundo cuarto igualó el Estrella Roja (17-18), pero tres triples de Ribas pusieron la diferencia de su equipo donde estaba (24-31), hasta que llegó la desconexión, la lesión de Ribas, la mayor intensidad de los serbios y un 40-31 ante un exultante Kombank Arena que congregó a más de 18.000 seguidores.
La clave del partido estaba en la salida del tercer cuarto. El Barça necesitaba que apareciera Tyrese Rice, que también se quejó de problemas físicos y hasta entonces había anotado 4 puntos, o de Ante Tomic (2 puntos, 2 rebotes en el descanso), pero sobre todo el equipo de Bartzokas necesitaba mejorar su defensa. Pero no fue así. Encajó 20 puntos el Barça en el tercer cuarto. Pese a la mejoría de Rice, los azulgrana nunca estuvieron en disposición de disputarle el partido a los serbios, ni siquiera cuando se pusieron a ocho puntos (53-45), después de un parcial 0-5 en la que fue la máxima diferencia del Estrella Roja hasta entonces (53-40).
Jugando punto a punto, los de Dejan Radonjic midieron su ventaja ante un rival que no creyó nunca en la remontada, un equipo que jugó a tirones y que no encontró nunca la manera de imponer su juego, pese a la superioridad manifiesta en el juego interior.
Después de alcanzar su máxima ventaja con una canasta de Bjelica en el inicio del último cuarto (62-48), el Barça se acercó, como mucho, a los nueve puntos (64-55), pero los serbios jugaron con oficio, y aprovecharon la falta de balance defensivo para no verse agobiados. Al final los de Bartzokas cayeron por 76-65, es su segunda derrota en tres partidos y necesitan reaccionar el próximo viernes en el encuentro que jugarán ante el Bamberg en el Palau Blaugrana.