Alaphilippe hace doblete al ganar la primera de los Pirineos
El francés Julian Alaphilippe (Quick Step) se ha impuesto en la decimosexta etapa del Tour de Francia disputada entre Carcasona y Bagnères-De-Luchon, de 218 kilómetros, la primera de los Pirineos.
El ciclista francés Julian Alaphilippe (Quick-Step Floors) se ha impuesto este martes en la decimosexta etapa del Tour de Francia, disputada entre Carcassonne y Bagnères-de-Luchon sobre 218 kilómetros, sobreviviendo a otra larga y nutrida escapa y logrando su segunda victoria parcial además de reservarse el maillot de líder de la montaña.
Alaphilippe, vencedor ya en Le Grand-Bornand en la décima etapa, y segundo en Mende en la decimocuarta, sigue con su gran Tour de Francia anotándose una segunda etapa con una exhibición de fuerza en la subida al Col du Portillon (1ª) y haciéndose además, de manera virtual, con el maillot de topos rojos.
Sus 122 puntos le dan una gran ventaja respecto a un Warren Barguil (Fortuneo-Samsic) que tiene 73 puntos y la moral comida, ya que se metió en la fuga con la idea de arrebatarle el maillot a su compatriota pero se hundió, perdiendo el primer pulso en el Portet d'Aspet (2ª) y cediendo terreno en Col de Menté (1ª).
Ganó el galo, pero a ello contribuyó la caída de Adam Yates (Mitchelton-Scott) cuando lideraba la carrera. Tras coronar con unos 17 segundos de margen el Portillon, el británico se fue al suelo en una curva de izquierdas, perdiendo el control de la rueda delantera, y Alaphilippe le pasó como una moto sabedor de que la etapa era suya.
Con la caída de Yates se truncó un gran pulso entre ambos, con el británico aguantando el tipo ante un gran bajador como es Alaphilippe, y que le iba recortando tiempo con mayor dificultad de la esperada. Pero ese resbalón, con el piso algo mojado por una lluvia durante la mañana, acabó con la posibilidad de que Yates, que llegaba como aspirante a la general y fracasó a las primeras de cambio, salvara su Tour.
En una escapada formada por hasta 44 ciclistas, casi un pelotón por delante del gran pelotón de los favoritos, hubo varios protagonistas. El primero, un Philippe Gilbert (Quick-Step Floors) que se cayó al negociar mal una curva, hizo un recto y se salió de la carretera por encima de un pequeño muro de piedra. El belga pudo, no obstante, seguir en carrera aunque por entonces como perseguidor del grupo al que precedía en el descenso del Col de Portet-d'Aspet, y siendo asistido médicamente en marcha.
También aportaron a que la etapa tuviera algo de inquietud y emoción el veterano Robert Gesink (LottoNL-Jumbo) o Domenico Pozzovivo (Bahrain-Merida), que atacaron en el Col du Portillon (1ª, con 8,3 kilómetros al 7,1% de pendiente media) pensando en ese triunfo de etapa que Alaphilippe tenía reservado y se adjudicó sacándoles de punto en las últimas rampas.
Por detrás, en el pelotón de los candidatos al triunfo final, hubo pocos ataques. Tímidos fueron los de Jakob Fuglsang (Astana) o Ilnur Zakarin (Katusha), de más renombre fue el de Mikel Landa (Movistar Team), subiendo y de nuevo en la bajada del Portillon, que estiró al grupo y llegó a cortarlo, pero finalmente llegaron juntos a meta a casi 9 minutos.
De nada sirvió que el Movistar Team tuviera al catalán Marc Soler y al costarricense Andrey Amador por delante, en una escapada en la que únicamente el Team Sky no metió a nadie. No hubo ataques, solo ese cambio de ritmo de Mikel Landa que hizo sufrir a algún hombre de la general, pero sólo para recortar unos escasos metros de distancia en la bajada hacia Bagnères-de-Luchon.
Este miércoles llega una de las joyas de este Tour de Francia, la explosiva etapa de 65 kilómetros entre Bagnères-de-Luchon y Saint-Lary-Soulan Col du Portet, con tres puertos enlazados. El primero, de salida, el Montée de Peyragudes (1ª), luego el Col de Val Louron-Azet (1ª) y finalmente el Col du Portet (HC, con 16km al 8,7% de media).