Era la victoria número 26 del tenista de Jávea en Bastad y su primera final desde hace 20 meses, cuando ganó el torneo de Viena en octubre de 2015.
Los dos jugadores se rompieron mutuamente el servicio al principio del primer set, pero el español logró el "break" decisivo en el quinto juego para ponerse 5-4 y rematar la manga con su saque después de 42 minutos de juego.
Dolgopolov, que había vencido en su último enfrentamiento con Ferrer (febrero pasado, en Río), volvió a ceder su saque en el tercer juego de la segunda manga, incapaz de hacer frente al juego de fondo del español, que consolidó su ventaja (3-1).
Ferrer, octavo cabeza de serie del torneo y actualmente en el puesto 46 del ránking mundial, tuvo dos bolas de partido con 5-1 a su favor, pero Dolgopolov, número 89 del mundo, no sólo las salvó, sino que se apuntó a continuación tres juegos consecutivos.
Sorprendido por la ofensiva del ucraniano, Ferrer, que ahora dejaba las bolas cortas a merced de su rival, contaba todavía con su saque para cerrar la contienda. Dejó escapar tres bolas de partido en el décimo juego, pero acertó a la cuarta.
Era el decimoquinto choque entre ambos jugadores y la décima victoria de Ferrer.
El valenciano, que también obtuvo aquí el título en 2012 (perdió la final de 2011), se había clasificado para esta final tras derrotar al madrileño Fernando Verdasco.