El Oporto de Iker Casillas tiró este miércoles de garra para conseguir clasificarse a octavos de la Liga de Campeones, eliminatoria a la que llega tras no dejar de insistir, presionar y finalmente vencer por una goleada de 5-0 al Leicester, que pasa como primero del Grupo G.
El Leicester, que llegaba a Portugal matemáticamente clasificado a octavos, entró al césped considerablemente más relajado que los "dragones", conscientes de que sólo les servía la victoria para asegurarse continuar en el torneo. Y es que el Copenhague podía frustrar sus esperanzas y arrebatarles la segunda posición en caso de que ganase al Brujas y los lusos empatasen o perdiesen frente al Leicester.
Un Oporto con garra desde el inicio
Para no permitir tal posibilidad, el Oporto sacó garra desde el principio y se encajó en el área del rival, un empeño que dio fruto en el minuto 6 del partido con un remate de cabeza de André Silva a un saque de esquina que se convirtió en el primer gol de los portugueses. Silva, que no marcaba hacía cinco partidos y en este hizo doblete -suma ya cuatro goles en la presente edición de la Liga de Campeones-, desbordó la alegría del estadio, que acogió a casi 40.000 aficionados de los "dragones" y unos 2.700 hinchas del Leicester.
Los campeones de la Premier no parecieron reaccionar con este tanto y se concentraron en su área para tratar de resistir la llegada del Oporto, tanto que al término de los primeros veinte minutos los ingleses no habían conseguido molestar a Casillas.
El mexicano Jesús Corona hizo saltar de alegría a los aficionados con un remate de su pie izquierdo convertido en el gol en el minuto 25, pero fue el argelino Yacine Brahimi el que desató el júbilo con un tanto en el minuto 43 que puso el broche de oro a una jugada bien ejecutada de los "dragones".
La afición lusa, encantada con el equipo
El Oporto se fue al descanso en estado de gracia y aplaudido en pie por sus aficionados, satisfechos por un buen desempeño que continuó en la segunda parte, donde presionaron dejando claro que no se conformaban con el abultado resultado.
El único susto de Leicester llegó en el minuto 59, cuando el japonés Okazaki realizó un disparó que Casillas frenó antes de que el árbitro señalara además que la acción del delantero del club inglés estaba en fuera de juego. Después, el penalti contra André Silva, encajonado por dos jugadores del Leicester, fue convertido en gol por el luso en el minuto 64.
La fiesta se encendió definitivamente en el estadio do Dragao, y el Oporto cada vez se gustaba más. Mientras los ingleses suspendían sus intentos por despertar, los blanquiazules no daban tregua y así, ya casi sin sorpresa entre las gradas, que solo veían jugadas de gol, Diogo Jota marcó con un fuerte puntapié el quinto para el Oporto en el minuto 77.
El resto del partido se fue en los cambios de jugadores, sobre todo del Oporto, que empezó a respirar en los últimos cinco minutos. Están en octavos.