Míchel saca al Valladolid del descenso y deja al Girona al borde del abismo
Míchel, con un gran gol, potente e incontestable, dio este martes, festivo en Castilla y León, la victoria al Valladolid, que no ganaba desde el 27 de enero, ante un Girona muy pasivo que, con esta derrota, se hunde en la clasificación.
Los locales dejaron constancia de su entrega desde el primer minuto. Mucho en juego. Todo, de hecho, para el conjunto blanquivioleta, por estar en su casa, ante su afición, y porque partía con dos puntos menos respecto a su rival, un Girona que volvió a salir con cinco defensas.
Era fundamental superar el miedo. Nunca es buen aliado, y menos en un partido a vida o muerte. Y los de Sergio González lo dejaron aparcado y buscaron la posesión y el control del balón para incomodar al máximo a la zaga visitante, que ya en el minuto 7 vio cómo Waldo se internaba para efectuar un disparo centrado que detuvo Bono sin problemas. El primer acercamiento del Girona a la meta local se produjo a balón parado, pero no causó peligro alguno. No dieron más señales de vida en el plano ofensivo, ya que el Real Valladolid se encargaba de presionar y de mantener cerrado al cuadro catalán en su área, en la que Waldo mostraba protagonismo.
El extremo derecho extremeño tuvo en sus botas la mejor ocasión para haber inaugurado el casillero, tras una buena pared con Ünal, pero Bono cerró bien el espacio e impidió que el remate de Waldo llegara a la red. Entró el partido en un compás arrítmico, con menos intensidad por parte de los vallisoletanos y con una conformidad pasmosa en lo que respecta al Girona, que apenas mostró mordiente ofensiva en toda la primera mitad. Y esta se despidió con una última jugada para los locales, que quedaría anulada por fuera de juego.
Por tanto, se llegó al descanso con el 0-0 inicial y con buenas sensaciones para los intereses blanquivioletas, aunque la necesidad de sumar tres puntos, al no haber conseguido adelantarse en el marcador, podía suponer un importante hándicap de cara a la reanudación. No se notó en los primeros instantes de la segunda parte, porque el Valladolid salió con ganas, con la misma intención de hacerse con la victoria, y eso también impulsó a la afición, que jaleó a sus jugadores tras dos buenas ocasiones de las que disfrutaron, en busca del ansiado gol, pero que no pudieron culminar.
Llegaron los primeros cambios en ambas escuadras. El Girona guardaba la ropa, ya que no le venía mal el empate, pero el Real Valladolid no quería un punto y al final, la entrega se tradujo en un golazo de Míchel desde la frontal del área, tras una buena dejada de Ünal, para amarrar ese objetivo.
A los de Eusebio Sacristán les entraron las prisas entonces y la iniciativa ofensiva pasó al otro lado. Granell fue el primero en intentarlo, aunque su disparo no ofreció riesgo para Masip. Portu tomaría el relevo, con un lanzamiento demasiado lejano, y Pons contó con la ocasión más clara al alcanzar el área pequeña, pero de nuevo el meta local se mostró seguro.
La tensión se palpaba, en el campo y en las gradas, ante el arranque de los catalanes. Sergio González hizo debutar al canterano El Hacen para que Ünal recibiera la ovación del público en reconocimiento a su buen partido, pero faltaban dos minutos para el final, a los que se añadieron cinco más.
Los vallisoletanos mantuvieron la templanza y, además, quisieron ampliar el marcador. Guardiola dispuso de un lanzamiento, pero se perdió, por poco, por encima del larguero. Y, con el tiempo ya cumplido y sin portero, puesto que Bono había subido a rematar un córner, Toni fue incapaz de aumentar la renta.
Valió el gol de Míchel. Un auténtico golazo que supuso más que tres puntos para un Real Valladolid que no quiere ceder en su empeño por mantener la categoría. En la otra cara de la moneda, un Girona que fue demasiado conformista y que solo apretó cuando los locales se pusieron por delante.