La primera sorpresa saltó al conocerse las alineaciones. Valdés tomó el relevo en la portería sentando a Casillas, y Michu, que vino convocado por la lesión de Villa, salió de titular en la punta de ataque. Los de Del Bosque llevaron la iniciativa en todo momento ante una selección de Bielorrusia que estuvo atrincherada en su área e intentando salir a la contra para sorprender a la zaga, incluso tuvieron alguna llegada que a punto estuvieron de materializar. Parecía que tendrían opciones, hasta que España lograra abrir la lata. Tardó en hacerlo, pero finalmente la abrió.
El partido comenzó con dominio asfixiante de España, que jugaba en campo rival en todo momento, tocando y tocando buscando un hueco para acabar la jugada, pero el cerrojo bielorruso era infranqueable para los de Del Bosque. En los primeros veinte minutos de juego, la roja tuvo tres disparos que no encontraron puerta y un acercamiento peligroso tras una jugada por el centro que acabó con un pase de Silva a Michu que dejó al asturiano delante del portero, pero al acomodarse para disparar, Verkhovtsov logró arrebatarle la oportunidad y desvió a córner.
La intensidad del inicio desapareció en el ecuador de la primera parte. España seguía con el total dominio del balón, pero el ímpetu de los primeros minutos había desaparecido, lo que permitió a los de Georgi Kondratyev meter el susto en la puerta de Víctor Valdés.
Fuera de la tónica del toque de España, había un jugador que destacaba por encima del resto. Cada vez que Pedro cogía la pelota algo pasaba. El canario encaraba, regateaba y generaba peligro. No cabe duda que el rol de Pedro en la Selección es diferente al del Barcelona. En su club, tiene por delante a Messi o Neymar, y su rol podría equipararse al de Alexis. Sin embargo, con España es único, su papel adquiere importancia. Su velocidad, su habilidad para regatear, para sorprender, para generar peligro… le han hecho convertirse en uno de los indiscutibles para Del Bosque y lo demostró durante los primeros 45 minutos.
Pese al dominio, el único lanzamiento a puerta de España lo realizó Silva desde fuera del área en el treinta y cuatro pero Gutor lo desvió. A falta de un minuto para el final, Piqué cortó un centro con la mano dentro del área, pero el árbitro no señaló la pena máxima.
En la segunda parte Iniesta, al que Del Bosque había dado descanso, entró por Monreal para intentar penetrar por la muralla de Bielorrusia. La zaga de España se quedaba con Ramos por la derecha, Piqué por el centro y Arbeloa por la izquierda, y parecía suficiente viendo que todo el partido se estaba jugando en campo contrario. Y viendo que el cerrojo seguía siendo infranqueable salió Negredo por el debutante Michu, que no tuvo mucha fortuna por cómo se desarrolló el partido, y apenas encontró espacios. Y el cerrojo se abrió.
Xavi inició por el centro y abrió a la derecha donde Pedro recibió la pelota y metió el centro al área. Piqué intentó controlar y sacar un centro que fue mal despejado por la zaga de Bielorrusia con un globo que cayó en la frontal del área, donde apareció Xavi para fusilar a bote pronto. Gutor ni la vio.
Los cambios de Del Bosque tenían su riego, pero también favorecían al juego de España. Ramos se incorporaba al ataque como lateral generando mucho peligro, y así llegó el segundo de España. De nuevo Xavi vio al sevillano sólo en la banda derecha, que tuvo tiempo de levantar la cabeza para poner un centro maravilloso al recién incorporado Negredo, que remató sólo de cabeza y colocó el dos a cero en el marcador.
En el ochenta y nueve, un balón perdido por Koke, que había entrado por Cesc, acabó en una contra que Kornilenko acabó materializando en el dos a uno final.
España fue mejor y dominó un partido que se le complicó por el muro que puso Bielorrusia en la frontal de su área. Xavi y Negredo consiguieron tirarlo abajo. El del Barça volvió a ser el motor de la Selección, metió un gol y participó en la jugada del segundo y controló el tiempo del partido. Pedro cuajó una gran actuación y Negredo volvió a ver puerta con España. La clasificación a Brasil está a tiro y con un empate ante Georgia en Albacete nos vale, siempre y cuando Francia gane. De no hacerlo, la clasificación está hecha.