Pese a que Jordi Ribera había advertido en la previa de la importancia de defender, España nunca se sintió a gusto en la zona central de su sistema 6-0. El seleccionador fue buscando soluciones, alternando a Gedeón Guardiola, Viran Morros y Abel Serdio, pero su equipo sufrió mucho para frenar el ataque serbio, bien dirigido por Lazar Kukic y con Milos Kos como brazo ejecutor. No fue el único problema de los Hispanos en el primer tiempo, ya que en ataque tampoco le dio mucha continuidad a su juego. A eso se unió que Dejan Milosavljev se calentó muy pronto en la portería rival después de sacar los dos primeros lanzamientos de Aleix Gómez.
El intercambio de golpes era continuo, y Jordi Ribera paró el partido cuando Serbia tomó por primera vez el mando del electrónico (6-7, min.14). Dos goles seguidos de Imanol Garciandia oxigenaron a España, que también acusó la escasa aportación de Gonzalo Pérez de Vargas, al que la defensa poco ayudó, en el primer tiempo. Pero cada vez que la selección nacional pegaba un arreón, Serbia reaccionaba rápida para evitar que el partido se le escapara. En el último minuto del primer tiempo, España quedó con cuatro jugadores en pista tras un mal cambio de Álex Dujshebaev pero su rival no lo aprovechó (15-14, descanso).
Ribera movió ficha tras el descanso. Situó a Rodrigo Corrales en portería y apostó por una defensa más profunda con Kauldi Odriozola de avanzado que le dio resultado. En ataque, además, con los hermanos Dujshebaev en los laterales encontró mejores soluciones para desarmar a Serbia, que empezó a descoserse (22-18, min.40). Boris Rojevic aguantó sin pedir tiempo muerto, pero retiró de la pista al portero del Füchse Berlín, que había dejado de tocar balones, para buscar un revulsivo con Vladimir Cupara. De poco sirvió. Álex Dujshebaev mantuvo su nivel estelar y España, con Dani Fernández exhibiéndose, se disparó (25-20, min.45).
El billete para el Mundial empezaba a complicársele a Serbia, que volvió a subir su intensidad defensiva y se agarró al brazo de Milos Kos para seguir en el partido. El joven lateral del Zagreb fue un dolor constante para los hispanos, a los que Gonzalo Pérez de Vargas, que había vuelto a pista, sacó de un problema con su parada a Djukic para el 26-24. A partir de ahí, Serbia se contagió del ritmo de los Hispanos y eso le perjudicó porque fue incapaz de acercarse en el electrónico, pese a que Milosavljev había vuelto a la portería.