Una labor en la que tuvieron un papel fundamental la pareja que conforman Viran Morros, que pese a contar ya en el primer tiempo con dos exclusiones nunca rebajó su intensidad, y Gedeón Guardiola, que en su regreso al equipo, tras dos partidos lesionados, evidenció que a día de hoy en insustituible en el equipo español.
Desconcertado por verse obligado a ganar un partido, que se antojaba que podía ser de trámite, el conjunto español tardó en coger el ritmo al encuentro, especialmente, en ataque, donde los de Manolo Cadenas malgastaron los primeros seis minutos.
Una falta de concentración que España nunca mostró en defensa, donde espoleado por el regreso de Gedeón Guardiola, tras perderse por lesión los dos últimos choques, la selección española se mostró como el agresivo equipo capaz de cegar cualquier ataque rival.
Intensidad que permitió a los "hispanos" enmendar sus errores ofensivos, a base de recuperaciones y contraataques, que posibilitaron a España pasar del 0-3 adverso con el que arrancó la contienda a un más tranquilizador 4-3.
Una remontada que no sirvió, sin embargo, para aclarar las ideas en ataque, donde incapaz de conectar con el pivote Julen Aginagalde, el equipo español se vio obligado a buscar constantes lanzamientos lejanos, uno de los puntos débiles de la selección.
Todo un problema para el conjunto español, que privado de goles fáciles al contragolpe, volvió a verse de nuevo por detrás en el marcador (8-10) ante una Rusia, que comandada por los "jugones" Dmitrii Zhitnikov y Pavel Atman, superaba cada vez con más y más comodidad a la defensa española.
Una dinámica negativa que los de Manolo Cadenas sólo lograron romper, de forma momentánea, con la irrupción del pivote Rafa Baena, que forzó hasta tres penaltis consecutivos.
Pero, incomprensiblemente, la selección española no tardó en olvidarse del pivote andaluz, empeñada en concluir sus ataques con imprecisos lanzamientos que la condenaron a marcharse al descanso en desventaja (11-12) en el tanteador.
Una diferencia que España logró enjugar rápidamente en el arranque de la segunda mitad, gracias a una mayor intensidad defensiva, que permitió a los "hispanos" volver a lucir su veloz juego de contragolpe.
A la carrera, España no sólo logró igualar la contienda, sino que logró distanciarse, por primera vez en el duelo, en un tanteador, que a los diez minutos del segundo período reflejaba un 18-15 a favor del equipo español.
Una ventaja que a base de piernas y más piernas en defensa, no hizo ya más que crecer y crecer, con los extremos Víctor Tomás y Valeero Rivera, que cerró el choque con once tantos, como estiletes, hasta alcanzar los últimos diez minutos de encuentro con una renta de cinco goles (24-19) en el marcador.
Pero España parece empeñada en sufrir en este campeonato, y pese a la magnífica labor defensiva de Viran Morros y Gedeón Guardiola, la falta de acierto ofensivo, condenó a los de Manolo Cadenas a llevarse un nuevo sofoco en unos minutos finales en los que Rusia llegó a acercarse hasta tan sólo dos tantos (25-23).
Un susto que no pasó a mayores por la imprecisión de los rusos en sus últimas acciones y, como no, por la intensidad defensiva de un equipo español, que buscará el próximo viernes ante Croacia, que hoy dinamitó los pronósticos al dejar fuera de la lucha por las medallas a los anfitriones, por un puesto en la final.