La selección española masculina de balonmano cedió de manera cruel su trono continental al caer (27-26) este domingo ante Suecia en la final del Europeo 2022 celebrada en Budapest, con un gol de penalti de Niclas Ekberg con el tiempo cumplido.
Los 'Hispanos' sufrieron en el segundo tiempo pero lograron igualar la final y tener la posesión para lograr su tercer oro consecutivo. No acertó el equipo de Jordi Ribera y le quedaron 20 segundos a Suecia en los que sacó esa pena máxima decisiva.
La vigente doble campeona encaró los cinco últimos minutos dos goles abajo y con una mala sensación desde hacía un tiempo. Suecia, a remolque muchos minutos, tomó el mando en el segundo tiempo, mejor a ambos lados de la pista. Los de Ribera sacaron una defensa numantina para hacer dudar a su rival y darse la opción del oro.
Para bien y para mal, Cañellas estuvo en todas las acciones, en una de las pérdidas de ese mal momento español, con el empate 26-26 y en el ataque que no supo aprovechar la campeona para sumar su tercer oro seguido e igualar lo que precisamente solo había hecho Suecia entre 1998 y 2002.
El juego pasivo llegó antes de lo que esperaban los 'Hispanos' y el ataque decisivo quedó en nada. Suecia pidió su tiempo muerto y armó su respuesta con 19 segundos, más de que sobra para plantarse en el área rival y forzar el siete metros, también con Cañellas en el contacto señalado.
Gonzalo Pérez de Vargas, que paró un penalti a Rusia con el tiempo cumplido, no obró esta vez el milagro mayúsculo, y el oro europeo fue para Suecia, 20 años después. La plata, para una España que, como ya es habitual en la última década, compitió al máximo.