La selección austriaca iniciará su camino en la Eurocopa de Francia frente a un viejo conocido, la Hungría de Bernd Storck, que en el Estadio de Burdeos certificará su vuelta a un gran torneo de selecciones tres décadas después de participar en el Mundial de 1986.
El Grupo F, en el que también están encuadradas las selecciones de Portugal e Islandia, comenzará con un encuentro que enfrentará a dos países históricamente ligados, pero cuyo último encuentro fue hace más de una década.
Los pupilos de Marcel Koller llegan a esta cita en su mejor momento, ya que de los diez partidos disputados en la fase de clasificación para esta Eurocopa de Francia ganaron nueve y empataron sólo uno, con medias de 2,2 goles a favor y 0,5 en contra por partido.
El mérito corresponde en parte al incuestionable 4-2-3-1 entre los que confluyen jugadores experimentados de la Premier League y Bundesliga, caso del jugador del Bayern de Múnich David Alaba, quien conjuga su dinamismo con el de Julian Baumgartlinger, centrocampista del Mainz 05.
Por su parte, Hungría jugará su primer gran torneo desde el Mundial de 1986 y estará decidida a sorprender con su ariete Adám Szalai, formado en la cantera del Real Madrid.
Las miradas también estarán puestas en György Garics, que permanecerá en la concentración de su selección pese a la pérdida de su padre, quien falleció el pasado jueves a los 62 años tras una batalla de diez meses contra el cáncer.