La selección de Gales aspira a seguir sorprendiendo en la Eurocopa de Francia y lograr este jueves una histórica clasificación para octavos de final, aunque parte con el rol de teórica víctima ante una Inglaterra herida por su empate inicial en el torneo y decidida a demostrar su supremacía en el Reino Unido.
El derbi, correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos, llega aventado por los tabloides británicos, que han 'disparado' sin piedad contra Bale, después de que el jugador del Real Madrid dijera que "ningún inglés jugaría en la selección de Gales" viendo ambas plantillas.
"No dije que Inglaterra no tuviera pasión y orgullo, sólo pienso que nosotros tenemos más", aclaró posteriormente el atacante, quien tuvo el honor de anotar el primer gol en la historia de su país en un gran torneo de selecciones. Fue el libre directo que abrió el camino del triunfo ante Eslovaquia (2-1).
Lo único seguro es que los 'Dragons' lideran el Grupo B y no quieren detener su histórico periplo, en un torneo donde los octavos de final están más 'baratos' que nunca al permitir que participen terceros clasificados de esta fase inicial.
Las palabras de Bale encontraron rápida respuesta en el centrocampista de la selección inglesa Jack Wilshere. "Gales no nos gusta y nosotros no les gustamos", resumió el jugador del Arsenal, añadiendo temperatura a un duelo que espera caldeado, aunque la UEFA espera que únicamente dentro del campo, después de los enfrentamientos protagonizados en los últimos días por 'hooligans' ingleses en las calles de Francia.
Los precedentes alimentan el orgullo de los 'Pross', que han sumado 68 victorias en 103 partidos contra sus vecinos, por 21 empates y 14 derrotas. Además, la última derrota ante Galés data de 1984, una racha de 32 años que esperan extender este jueves.
Los pupilos de Roy Hodgson llegan necesitados de un buen resultado que refuerza su candidatura al título, después de quedarse con la miel en los labios ante Rusia. Un gran gol de falta de Dier parecía asegurar un debut victorioso, pero el empate en el descuento de Glushakov aguó la fiesta inglesa.
El seleccionador británico, criticado por no dar ni un minuto a Jamie Vardy, podría dar la alternativa al delantero del Leicester City, sorprendente campeón de la última Premier, mientras que el preparador galés, Chris Coleman, medita conceder la titularidad a Robson-Kanu, autor del gol de la victoria en la jornada inicial.