GRUPO C | Ucrania 0-2 Irlanda del Norte

Irlanda del Norte da la sorpresa de la jornada ante Ucrania

McAuley y McGinn hicieron los goles que dieron la victoria a Irlanda del Norte que le sirve para sumar sus primeros tres puntos y postularse como una de las mejores terceras para pasar a la próxima fase. Por su parte, Ucrania se queda con pocas posibilidades de estar en octavos de final.

ondacero.es

Madrid | 16.06.2016 19:56

Gareth McAuley celebra su gol ante Ucrania
Gareth McAuley celebra su gol ante Ucrania | Getty Images

Irlanda del Norte logró este jueves una victoria histórica, su primera en una fase final de una Eurocopa, al superar de manera brillante a una inoperante selección Ucraniana que se complica mucho así su permanencia en el torneo al sufrir su segunda derrota consecutiva.

Un gol de McAuley nada más comenzar la segunda parte y otro de McGinn en el último suspiro del partido fue la merecida recompensa que logró el combinado norirlandés por el imponente juego físico y correoso que desplegó durante todo el encuentro.

Era un partido en el que los dos equipos se jugaban la supervivencia en un grupo, el C, en el que figuran como favoritos alemanes y polacos. Ucrania se estrelló ante el bloque granítico británico contra el que nunca había perdido.

Con respecto al once inicial del debut frente Alemania, el seleccionador ucraniano, Mykhailo Fomento, únicamente cambió la delantera y sacó a Selezryov dejando en el banco Zolulya.

El técnico norirlandés, en cambio, tan disgustado quedó de la prestación de los suyos ante Polonia que hizo hasta cinco cambios retocando en todas la líneas. En el lateral derecho colocó a Hughes en vez de McLaughlin y en ataque puso en punta a Washington en detrimento de Ferguson.

La nueva configuración del equipo titular dio sus frutos y en la primera parte se vio a un conjunto mucho más ofensivo y atrevido que ante los polacos. A los tres minutos Dallas envió el primer aviso en forma de lejano misil que obligó a Pyatov a tumbarse.

El combinado ucraniano tardó en reaccionar porque le costaba un mundo dar tres pases seguidos ante la salida en tromba de su rival. Un disparo de Sydorchuk lo desvió con el brazo pegado al cuerpo Cathcart en el área y el público pidió penalti, pero el árbitro no se dio por aludido.

Al juego de los dos equipos con continuos balones largos sólo le faltaba que se pusiera a llover para sentirse como en casa, y así fue. Desde el primer cuarto de hora se cerró el cielo y cayó un chaparrón que dificultó aún más el ya de por sí discreto juego de pases de ambos equipos.

Hasta el minuto 20 no tuvo Ucrania su primera ocasión de peligro que llegó con un lejano disparo de Yaroslva Rakitskiy que McGovern paró sin problemas.

El combinado de Fomenko no podía con el empuje norirlandés. Pasada la media hora Cathcart a punto estuvo de marcar al rematar un corner rozando la escuadra de la portería de Pyatov.

Ucrania no lograba controlar el juego. Konoplyanka estaba desaparecido y cuando recibía el balón no lograba conectar ni con Yarmolenko ni con Seleznyov, por lo que se fue desesperado al descanso.

El panorama no cambió en la segunda mitad. Irlanda del Norte volvió a salir en tromba y a los tres minutos McAuley hizo historia al marcar el primer gol de la historia de su selección en una fase final de una Eurocopa. Norwood ejecutó una falta indirecta al segundo palo y defensa central del West Bromwich Albion tras ganarle la espalda a Khacheridi batió a Pyatov con un cabezazo impecable.

El delirio en la grada norirlandesa, que abarrotaba el fondo de la portería ucraniana, fue total. El partido se convirtió entonces en un infierno para el once de Fomenko porque cuando se lanzó al ataque para tratar de empatar cayó una enorme granizada y el árbitro paró el encuentro durante unos minutos.

Tras la reanudación, la selección ucraniana logró por fin controlar más el balón y llegar con claridad, pero le faltó puntería. Kovalenko tuvo en sus botas la ocasión más clara, pero se le fue su disparo fuera.

A falta de dos minutos, con los once norirlandeses encerrados en su área apareció por primera vez Yarmolenko, pero una vez más el tiro salió desviado.

Y cuando parecía que la escuadra de O'Neill iba a limitarse a defender el resultado hasta el pitido final, se lanzó de nuevo en bloque al ataque y en el último minuto de los seis extras que decretó el árbitro Dallas envió un zapatazo que despejó mal Pyatov. El balón quedó a expensas del remate de McGinn en el área pequeña y el centrocampista del Aberdeen rubricó el segundo gol de una victoria para la historia.