El equipo de Quique Setién fue mejor que el Olympiacos, pero fue incapaz de aclarar su recorrido en Europa a las primeras de cambio. El punto es bueno para los andaluces, pero viendo el desarrollo del partido se antoja insuficiente por los méritos del conjunto verdiblanco. Es un empate que sabe a poco.
Lo Celso y Joaquín fueron los responsables de los buenos minutos del Betis al comienzo del choque. El del Puerto de Santa María provocó la primera ocasión en botas de Loren gracias a un sensacional pase filtrado y el jugador cedido por el PSG protagonizó un lanzamiento lejano que a punto estuvo de sorprender a Giannotis.
Sergio León también lo intentó con un cabezazo potente. El Betis, cada vez más a gusto en el verde ateniense, fue creciendo con el paso de los minutos, pero el cuadro heleno -ausente y defensivo- asustó en cada incursión en el campo contrario, aunque fuesen a cuentagotas. Elabdellaoui tuvo la primera para los locales y Podence falló de manera inexplicable a pocos minutos de enfilar el túnel de vestuarios.
En la segunda mitad, el equipo de Setién siguió fiel a su estilo, pero descuidando su guarida en otro par de ocasiones. En ambas, Joel Robles sacó su manopla para desviar cualquier opción del Olympiacos. Para colmo de los griegos, la doble amonestación de Tsimikas llegó a cuarto de hora para el final del encuentro.
La balanza se inclinó aún más para el Betis, que pudo haber marcado en una acción de Sergio León en un mano a mano con el meta local. Incluso Sanabria, ya con el tiempo cumplido, no llegó a un envío de Canales desde el costado zurdo. El centrocampista cántabro también dio mucho oxígeno a los verdiblancos para el tramo final.
Pero no hubo forma de derrumbar el muro de Olympiacos, que aguantó con mucho oficio los últimos arreones del cuadro bético. Guardado y Canales intentaron cambiar la dinámica con lanzamientos desde fuera del área, pero el 0-0 terminó por imponerse en el regreso del Betis, cuatro campañas después, a la segunda competición continental.