Eduardo Camavinga ha dado el susto este martes en el entrenamiento previo a la final de la Supercopa de Europa y ha quedado descartado para el partido ante el Atalanta tras una dura entrada de Tchouaméni.
Según las primera valoración de los servicios médicos, el jugador podría tener una lesión en la rodilla izquierda y se ha optado por no arriesgar en el partido en el que está en juego el primer título oficial de la temporada.
Camavinga, al que se escuchó gritar tras el lance, quedó tendido algunos instantes sobre el verde del recinto en el que este miércoles se jugará la final durante un partidillo en superficie reducida que tuvo que abandonar con gestos de contrariedad.
Posteriormente, ya incorporado, puso rumbo a los vestuarios por su propio pie acompañado de miembros del cuerpo médico mientras el resto de sus compañeros continuaba la sesión de trabajo.
Tras las primeras exploraciones se ha descartado una lesión en el ligamento cruzado de su rodilla izquierda, aunque habrá que esperar a más pruebas en los próximos días para conocer el alcance definitivo de su lesión.
Y es que en el equipo blanco están viviendo un calvario en el último año con las lesiones graves de rodilla. Justo antes del comienzo de la temporada pasada Thibaut Courtois se rompió el ligamento cruzado, mientras que Eder Militao sufrió la misma lesión en la primera jornada de LaLiga. Unos meses más tarde fue David Alaba quien se rompió el cruzado también en un partido de liga en el Santiago Bernabéu.
Por si fuera poco, esta pretemporada tres jugadores de la cantera madridista han sufrido tres graves lesiones de rodilla con el primer equipo: César Palacios, Dani Mesonero y Joan Martínez.