El director de la selección masculina de fútbol, Albert Luque, ha admitido que trató de hablar con la jugadora Jenni Hermoso durante el viaje a Ibiza que realizó tras ganar el Mundial, si bien ha indicado que lo hizo porque tenían una relación de amistad y ha negado que la presionara.
Luque ha comparecido este martes por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional que le investiga junto a Rubiales y a otros miembros de su equipo cuando presidía la RFEF por las presiones a las que habría sido sometida Jenni Hermoso para tratar de que justificase públicamente el beso en la boca que el expresidente le dio tras la final del Mundial, el 20 de agosto.
Durante su declaración, prestada desde los juzgados de Tarrassa (Barcelona), el director de la selección masculina ha negado de plano haber coaccionado a la futbolista y ha justificado que quiso hablar con ella por iniciativa propia porque tenían una relación de amistad.
Asesor de Rubiales antes de dirigir la selección, Luque, que sólo ha contestado a su defensa, ha explicado que él se encontraba en Ibiza antes de que llegasen la decena de jugadoras, entre ellas Jenni Hermoso, que viajaron a la isla tras la victoria del Mundial.
Una vez allí, de acuerdo a las fuentes consultadas, sí ha admitido que quiso hablar con Jenni Hermoso, pero que ella no le recibió y por eso habló con la amiga que le acompañó, y ha señalado que fue un encuentro cordial.
Luque, cuya declaración ha durado apenas media hora, ha añadido que quedaron para hablar los tres al día siguiente, si bien finalmente el encuentro no se produjo. El director de la selección masculina de fútbol ha sido el último de los cuatro investigados en esta causa en declarar.