El próximo domingo a las 21.00 de la noche se disputa en el estadio Gamla Ullevi de Gotemburgo la final de la Champions femenina entre el Barcelona y el Chelsea. Es la segunda final en tres años para el Barça en la máxima competición europea, pero a diferencia de 2019 en Budapest, no podrán contar con el apoyo de sus aficionados en la grada.
Es cierto que desde hace un año nos estamos acostumbrando a ver los estadios vacíos debido a la pandemia pero poco a poco tanto los gobiernos como las instituciones, y teniendo en cuenta la mejora de las condiciones en cada país, van abriendo cupos a la entrada de aficionados. Sin ir más lejos, en España, tanto en Primera como en Segunda División, podrá haber un máximo de 5.000 espectadores en los estadios de aquellas Comunidades que estén en Fase 1.
En la Champions femenina no habrá esa posibilidad, y la capitana del Barça, Alexia Putellas ha expresado en rueda de prensa su malestar: “Me molesta un poco que no pueda haber gente; creo que se podría haber hecho algo más, se podría haber hecho un esfuerzo por nuestros aficionados, por los del Chelsea y el Barça. El la Champions masculina sí que habrá público”.
Y es que dos semanas más tarde, el 29 de mayo, en Oporto, se disputa la final de la Champions masculina entre el Manchester City y el Chelsea, una final para la que la UEFA ha aprobado 6.000 entradas por equipo.
Una nueva discriminación hacia el fútbol femenino ante la que la capitana del Barça, Alexia Putellas, no podía quedarse callada. La centrocampista culé admitió que el Barça está en el momento perfecto para ganar este título para el que llevan tanto tiempo trabajando. “Es hora de dar un paso adelante”, señaló.
