"Es un tema muy delicado", respondió cuando fue preguntado en la sala de prensa de la Ciudad Real Madrid.. "Como la mayoría de la gente piensa, ha sido un comportamiento que no me ha gustado. Solo esto. No ha sido un comportamiento de un presidente de una Federación", opinó.
En dos ocasiones más, el técnico italiano fue preguntado por Rubiales sin querer entrar a valorar si el presidente de la RFEF debe dimitir de su cargo por su comportamiento en el palco y dar un beso en la boca a una jugadora en la entrega de medallas.
"El comportamiento de una persona no me afecta en mi vida personal, tengo la idea muy clara de lo que tengo que hacer y cómo tengo que comportarme. Soy consciente de que tengo una responsabilidad social por ser entrenador del Real Madrid. Me quedo con lo que tengo que hacer yo, no me permito juzgar lo que tienen que hacer otros", valoró.
"No entro en este tema (la dimisión). Hay órganos que van a decidir esto. No sé si va a dimitir o no. Tomarán las decisión más adecuada", sentenció.