El Atlético de Madrid superó (0-3) este sábado al Levante y conquistó su primera Supercopa de España, primer título de una temporada en el fútbol femenino que rearma el cuadro rojiblanco en el Estadio Juegos del Mediterráneo de Almería, gracias a un gran despliegue de Ludmila y Ajara en el primer tiempo.
Esa conexión hizo estragos en la defensa rival en la primera media hora y, en el segundo tiempo, la dupla en defensa de Aleixandri y Tounkara sujetó el intento de reacción del Levante. El Atlético, con la llegada a su banquillo de José Luis Sánchez Vera en la previa de este torneo, saborea la gloria y manda una amenaza de reacción a su irregular marcha en la Primera Iberdrola.
El cuadro rojiblanco olió la sangre y arrolló en 15 minutos de la primera mitad. Ludmila y Ajara fueron un quebradero de cabeza para la defensa 'granota' y, en desmarques y desbordes continuos, generaron el 0-3 en un abrir y cerrar de ojos. Ajara, recién llegada en este mercado de invierno, avisó y la segunda entró.
Su carrera por banda derecha y pase atrás lo terminó haciendo bueno Deyna Castellanos en el minuto 18. Antes la tuvo en la misma jugada Leicy Santos y también Tounkara probó a la meta rival en un saque de esquina. Con el 0-1 el Atleti fue a por más y la potente y veloz Ludmila se asoció a la perfección con Ajara.
La brasileña lo bordó por esa banda derecha y la camerunesa definió como una estrella empujando el 0-2 y con un gran regate en el área para firmar el 0-3. El golpe lo encajó como pudo el Levante, que aún quiso reaccionar, en especial a balón parado, y tuvo una buena ocasión antes del descanso para meterse en la final.
Andonova se encontró con una Lindahl heroína en la semifinal ante el Barça y que en su primer reclamó apareció contundente. El Levante echaba de menos sus mejores armas, las que aparecieron también en su 'semi', pero solo Toletti creó algo de peligro. Tras el paso por vestuarios sí aparecieron las atacantes del Levante.
Las pupilas de María Pry encontraron profundidad por bandas y asomaron al área rival, con grandes conducciones de Eva Navarro, obligadas por el marcador. El Atleti mantuvo la calma y no le importó dar el protagonismo y el balón al rival, contando con la contra de Ludmila y Ajara. Además, las centrales rojiblancas Aleixandri y Tounkara estuvieron muy fiables pese al trabajo.
El paso de los minutos fue en contra de un Levante que demostró el gran momento que le hacía soñar con volver a ganar una Supercopa, pero el Atlético guardó la renta para levantar el título. El efecto Sánchez Vera se confirmó en Almería y refuerza la ambición liguera, que ve con nuevos ojos la siempre aspirante rojiblanca.
