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La Audiencia Nacional rechaza el recurso de Pedro Rocha: no podrá presentarse a las elecciones a la RFEF

La Audiencia desestima el recurso del expresidente de la RFEF y mantiene la sanción del TAD de dos años de inhabilitación para el desempeño de cargos directivos en federaciones deportivas.

A.M. | Agencias

Madrid |

Pedro Rocha, expresidente de la RFEF.
Pedro Rocha, expresidente de la RFEF. | AFP7 / Europa Press

La Audiencia Nacional ha confirmado la sanción de dos años de inhabilitación impuesta por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Pedro Rocha, al rechazar su recurso para suspender cautelarmente la medida que le impide ejercer cargos directivos en federaciones deportivas.

En una sentencia conocida este jueves, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia ratifica el fallo del Juzgado Central de lo Contencioso-administrativo 2 del pasado 3 de septiembre, que ya había desestimado una primera petición de Rocha para paralizar la resolución del TAD.

El tribunal recuerda que Rocha fue sancionado por tres infracciones muy graves relacionadas con el ejercicio de competencias que no le correspondían, al desoír las normas internas de funcionamiento y privar al órgano de gobierno de decisiones de su exclusiva competencia.

La Sala argumenta que existe "un riesgo real" de que estas conductas puedan reiterarse si se permite a Rocha continuar en el cargo, lo que supondría una "lesión grave a los bienes jurídicos" que protege la normativa disciplinaria.

Los magistrados sostienen que en la ponderación entre el interés particular del recurrente y el general debe prevalecer este último, lo que justifica rechazar la medida cautelar solicitada por el expresidente federativo.

La sentencia enfatiza que el interés general en este caso representa el correcto funcionamiento de las instituciones deportivas, lo que implica que no puede ejercer como presidente quien ha sido inhabilitado por extralimitarse en sus funciones.

La Sala subraya que los valores deportivos de honestidad y respeto a las reglas exigen que las personas en puestos directivos sean "especialmente respetuosas" con el cumplimiento de las normas, dada su influencia en el conjunto de la sociedad.

Los magistrados consideran que no resulta coherente permitir que mantenga el cargo quien ha sido sancionado por conductas que suponen un atentado grave a estos valores, al colisionar con la imparcialidad y el respeto a las reglas.