El Barcelona despidió su participación en la Liga de Campeones con un cómodo triunfo en el Doosan Arena (2-4) ante el Viktoria Pilsen, el único equipo al que ha sido capaz de ganar -además por partida doble- en esta edición de la máxima competición continental.
El conjunto azulgrana jugará la Liga Europa con el consuelo de haberse embolsado otros 2,8 millones -lo que la UEFA paga por cada victoria en el torneo- ante un rival que se marcha de la Champions sin haber sumado un solo punto en la competición.
Para este último encuentro, Xavi dispuso un once plagado de suplentes, empezando por el portero Iñaki Peña y el centrocampista Pablo Torre, quienes estrenaban titularidad en el equipo catalán. Y el Barça, que hoy contó con Kessié de mediocentro ante la baja por sanción de Busquets, encarriló muy pronto el partido.
Marcos Alonso abrió la lata a los 6 minutos, después de una jugada que él mismo empezó tras robar en la presión a la zaga rival y que remachó en línea de gol después de que Stanek no pudiera atajar un disparo colocado de Ansu Fati.
El Viktoria era incapaz de salir con balón jugado. La baja de Mosquera aún le dejaba con menos argumentos en la combinación, pero tras veinte primeros minutos de absoluto domino visitante, el conjunto checo pareció reaccionar.
Chory cabeceaba al travesaño un lanzamiento de falta, e Iñaki Peña le sacaba un tiro escorado a Kalvach a la media hora. Antes, Piqué lo había intentando con un disparo desde la frontal que puso en aprietos a Stanek, y después, Ansu no llegaba, por los pelos, a un centro de Jordi Alba para hacer el segundo.
El partido parecía igualarse por momentos, pero en la última jugada antes del descanso, Ferran Torres remataba a gol una triangulación entre Raphinha y Alba en una rápida contra azulgrana. El árbitro, que había anulado inicialmente el tanto por fuera de juego, lo validaba después de consultar el VAR.
El Viktoria puso emoción al partido a los siete minutos de la reanudación con un penalti transformado por Chory, que había sido derribado por Pablo Torre dentro del área cuando se disponía a batir a Iñaki Peña. Pero en la jugada siguiente, Ferran Torres hacía el tercero para el Barça tras una combinación con Raphinha.
Al Barça se sabía superior, pero tampoco multiplicaba esfuerzos consciente de la intrascendencia del choque. Y los de Michal Bílek, que dejaban jugar al cuadro catalán renunciando a la presión alta, poco a poco se fueron acercando a la meta defendida por Iñaki Peña.
El portero del conjunto azulgrana le sacaba una remate en boca de gol a Vlkanova, pero nada podía hacer con el testarazo de Chory en la jugada siguiente. El gigante checo le ganaba la espalda a Marcos Alonso y firmaba su doblete con casi media hora aún por disputarse.
Pero entonces llegaría el golazo de la noche. El debutante Pablo Torre ganaba la espalda a la defensa local para bajar un centro de Raphinha con la diestra y fusilar a Stanek con la zurda para hacer el 2-4 a un cuarto de hora de la conclusión.
Torre lesionado en la jugada del gol, era sustituido por el canterano Álvaro Sanz, que se unía a Mar Casadó, otro jugador del filial que debutaba hoy y que hacía pocos minutos había reemplazado al lesionado Kessié.
De nuevo parecía el choque sentenciado, pero el Viktoria Pilsen, en su mejor partido en toda la Champions, a punto estuvo de acortar de nuevo distancias en la recta final, con un tiro de Jirka que se estrelló en el palo izquierdo de la portería visitante y varias llegadas más, antes de que el árbitro pitara el final.