El Barça tardó 32 minutos en abrir la lata pese a dominar plácidamente el partido ante un cuadro austríaco muy mermado en defensa, pero cuando lo hizo consiguió un póker en 10 minutos y se fue al descanso con la manita en el marcador y el choque más que sentenciado. El primer gol, obra de Pajor, venía cociéndose desde el principio aunque se resistió; en parte por las rotaciones, pero sobre todo por el conglomerado de futbolistas en área propia del combinado de Celia Brancao, que permaneció en bloque bajo todo el partido y con una línea de cinco detrás.
Mucho había aguantado el St.Pölten, que se presentó en un Estadio Johan Cruyff frío y lluvioso con un banquillo inédito debido a las lesiones; cuatro cambios y dos de ellos porteras, algo que se reflejó en su incapacidad sobre el césped. El primer tanto nació de la bota de Pina, quién habilitó a Ona Batlle y esta, en un centro lateral raso, asistió con toda la intención a la delantera polaca, que tocó lo justo el balón con la punta de su bota.
Las azulgranas, fieles a su estilo de posesión y encadenando multitud de ocasiones, solo vieron su portería inquietada por el cuadro de Celia Brancao en alguna transición rápida del que terminó con disparos tímidos fáciles para Cata Coll, y dentro de ese contexto, se dieron permiso para deslumbrar en ataque. Lo más difícil ya estaba hecho, y las azulgranas se pusieron manos a la obra; en el segundo, en el min.38, fue Kika la que se adjudicó el gol después de aprovechar un rechace de la meta rival, totalmente superada por el centro de Aitana. Ni dos minutos después, fue la misma doble Balón de Oro la que cazó el rechace en el punto de penalti, esta vez a disparo de una activa Vicky López.
Sin soltar el acelerador, a los dos minutos, Kika asistió de cara a Walsh que, viniendo de segunda línea, ajustó el disparo con el interior para firmar un golazo. Antes de marcharse al descanso, el cuadro de Romeu quiso acabar de redondear el marcador, y de qué forma; Pina venía buscando su premio y, a centro de Vicky y mediante un remate acrobático con el exterior, lo consiguió.
La segunda parte se zanjó con el mismo guion futbolístico pero con “solo” dos goles más. En el min. 52, Pina puso el sexto de penalti en materializar la falta cometida sobre Batlle, y el combinado catalán, que siguió gustándose y Romeu repartiendo minutos, terminó el partido con la diana guinda del pastel; obra de Graham Hansen. Revolucionó el partido con su entrada, y en el min.87, asistida por Guijarro y en una gran definición marca de la casa, la noruega puso el cerrojo al marcador, que reflejó al final otro espectáculo de goles en el fortín culé.